LONDRES, INGLATERRA.- Una fotografía de la reina Isabel II saludando a la nueva primera ministra británica Liz Trus encendió las alarmas sobre el deterioro de salud de la monarca más longeva de Reino Unidos.
Y es que el martes, la monarca había recibido en su casa vacacional de Balmoral al primer ministro dimisionario Boris Johnson y a su sucesora a la cabeza del Partido Conservador, a la que encargó formar gobierno como nueva líder de la mayoría parlamentaria.
Una imagen del acto difundida por el Palacio de Buckingham, en que se veía a la monarca dando la mano a Truss, provocó inquietud porque la mano de la reina aparecía inusualmente amoratada.
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Además, se ve a Isabel II apoyada en el bastón que ha estado sujeto a su mano desde hace varios meses en que se le ha visto con dificultades para caminar.
La salud de la anciana monarca es motivo de creciente preocupación desde que el pasado octubre se supo que había pasado una noche hospitalizada para someterse a “pruebas” médicas cuya naturaleza nunca se precisó.
Desde entonces ha reducido muy considerablemente su agenda, sus apariciones en público son cada vez más escasas y en ellas se la ve a menudo caminando con dificultad ayudada por un bastón.
Preocupados por su salud
Dos días después de este encuentro, los médicos de la reina manifestaron estar “preocupados” por su estado de salud, por lo que ordenaron tenerla bajo supervisión médica.
“Tras una nueva evaluación esta mañana, los médicos de la reina están preocupados por la salud de Su Majestad y han recomendado que permanezca bajo vigilancia médica”, informó el Palacio de Buckingham.
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“La reina sigue sintiéndose cómoda y se quedará en Balmoral”, donde suele pasar los finales de verano, agregó en un breve comunicado.
Todos sus hijos -el príncipe Carlos de 73 años, heredero del trono, la princesa Ana de 72, el príncipe Andrés de 62, y el príncipe Eduardo de 58- se encuentran ya en Balmoral o se dirigían hacia esa residencia situada 800 km al norte de Londres, según responsables de la casa real británica.
También emprendieron viaje los hijos de Carlos, William, de 40 años y segundo en la línea sucesoria al trono, y Harry, de 37 años.
