La 67 entrega de los Emmy en el Teatro de Microsoft de Los Ángeles se auguraba como una noche de sorpresas, y vaya que lo fue, muchas predicciones se hicieron realidad. Y la más grande de todas fue la victoria de Game of Thrones, la serie que ha roto records de audiencia, impidió que Mad Men se llevara su quinto trofeo y estableciera un récord como el drama más premiado de la historia; y le da el pase a la serie de ficción como la segunda de la historia en ganar, después de Lost, en 2005. Game of Thrones, también se llevó los Emmy a Mejor guión y Mejor dirección de serie dramática, y Peter Dinklage se llevó su segunda estatuilla como Mejor actor de reparto.
Viola Davis también hizo historia, al ser la primera actriz negra en ganar la estatuilla Mejor actriz drama, por How to Get Away With Murder, donde interpreta a una abogada implacable.
Otro que protagonizó la noche de sorpresas fue Jon Hamm, al ganar como Mejor actor drama, por Mad Men; era el favorito y nunca lo había obtenido.
La Mejor serie comedia fue Veep, que también ganó el premio a Mejor actor de reparto, con Tony Hale, y Mejor actriz comedia, con Julia Louis-Dreyfus, que ya suma su tercer Emmy con la serie.
La Mejor dirección serie comedia se la llevó Jill Soloway por Transparent; Jeffrey Tambor se alzó como Mejor actor de comedia por su papel de transgénero.