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Hace 221 años nació un prócer: Francisco Morazán

<p>La vida del paladín se apagó cuando aún brillaba su deseo de ver a Centroamérica unida.</p>
03.10.2013

Cada 3 de octubre se celebra en Honduras el natalicio de uno de los próceres nacionales: Francisco Morazán.

El llamado “paladín centroamericano” luchó por ver a una Centroamérica unida, y a 171 años de su muerte, ese sueño que él visualizó en el siglo XIX no se ha realizado en el siglo XXI.

Para recordar detalles sobre el prócer, conversamos con el historiador y antropólogo Rubén Paz, y estas son sus impresiones.

¿Cuáles fueron las condiciones que impidieron que Morazán lograra sostener la Federación Centroamericana?


Debemos entender que a Morazán se le entregó una Centroamérica unida, sin embargo, al final entregó un proyecto resquebrajado, y de hecho no se duda de su liderazgo, pero sí es necesario tomar en consideración el fanatismo religioso predominante, la presencia e intereses de potencias extranjeras, como Inglaterra, y a lo anterior es necesario sumarle la división excesiva entre conservadores y federalistas, la desigualdad entre las provincias centroamericanas, escasa infraestructura que consolidara una economía estable, y una población para ese momento altamente analfabeta.

¿Por qué a Morazán se le ve desde distintos ángulos?


Sin duda estamos hablando del personaje más influyente en el istmo centroamericano por espacio de casi dos décadas.

Es por ello que podemos ver cómo la Iglesia lo acusa de ateo, sin embargo Morazán es cristiano, se bautizó en Tegucigalpa, se casó por la Iglesia en Comayagua, e incluso en su testamento invoca “En nombre del autor del universo…”.

Cuando fue necesario actuó como diplomático, sino recordemos que logró apaciguar a los revoltosos de Olancho en una negociación que se pactó en las conocidas Vueltas del Ocote.

Ahí Morazán da a conocer los grandes dotes de negociador, prueba de ello es que los revoltosos se sometieron al imperio de la ley. Se le ve como impulsor de la educación, temprano para 1823 siendo síndico, pide la apertura de una escuela en Tegucigalpa, y más tarde apostó por la sencilla educación popular.

Desde el ejercicio político, dio libertad de culto, nacionalizó los bienes del clero y separó a la Iglesia del Estado, posteriormente estableció la Academia de Ciencias. El incorporar la imprenta le da muchos méritos, bajo el precepto que la difusión del conocimiento genera condiciones de vida importantes.

Morazán ejerció los más altos cargos públicos de la Centroamérica de ese entonces, sin embargo, al final de su vida, muere en la pobreza, y eso significa que fue íntegro.

¿Cuáles son los argumentos falsos más comunes en torno a Morazán?


Como en todo el devenir de la historiografía hondureña, abundan las falacias, siempre y cuando el personaje alcance notoriedad.

Algunas son producto de los detractores, otras de los que ensalzan con demasía al personaje. Se dice que Morazán era mujeriego.

Apenas tuvo seis hijos en el sector rural y correctamente casado con una mujer no menos influyente y con los suficientes recursos como para apoyar la causa de integración morazánica.

Un Morazán sin oreja, aunque nunca perdió ninguna, las pocas balas que le alcanzaron fueron en la batalla del Espíritu Santo, y le ocasionaron problemas en el fémur derecho.

Morazán masón, aún cuando sus actos nada tienen que ver con los estudios de la referida logia.

¿Qué nos puede decir sobre los bustos y monumentos de Morazán existentes en Honduras?


Ya he señalado que se trata de un hombre altamente influyente en los destinos de Centroamérica, sin embargo, los escasos grabados que se conservan de Morazán son de perfil, y luego una serie de retratos hablados que, en efecto, habría que valorar qué tan acertados y reales son.

A lo largo de la geografía nacional existen una serie de bustos, algunos logrados con primor, otros deberían de demolerlos o, en el mejor de los casos, esconderlos de la vista pública.

Y es que con esto de las esculturas sobre Morazán sucede lo mismo que pasa con los monumentos a la madre: salvo algunas excepciones resultan en homenaje, las otras en ofensas.

Son de muy buen acabado los que existen en las principales ciudades: Tegucigalpa, San Pedro Sula y La Ceiba, a estos se suman Marcala, Choluteca, San Marcos de Colón, Amapala, Olanchito, entre otras.

De igual manera sería importante evaluar los bustos existentes en Morocelí, Opatoro, Nacaome, Aramecina y Morazán, Yoro. Siempre hemos cuestionado el hecho de que desde los Ministerios de Educación o de Cultura no se establezcan normativas para erigir los bustos de nuestros próceres y evitar de una vez por todas que nos sigan ofreciendo adefesios.

Aquí debería jugar un papel importante la Escuela Nacional de Bellas Artes.

Morazán, pese a ser una figura política, también está presente en las letras. ¿Qué nos puede decir sobre esto?


En efecto, Morazán está presente a lo largo y ancho del continente e incluso en países europeos. Avenidas, calles, museos, etc., llevan el nombre de Morazán. Desde las letras hondureñas ha sido caldo de cultivo para poetas como José Antonio Domínguez, Jacobo Cárcamo, Clementina Suárez, Antonio José Rivas, Carlos Manuel Arita, Raúl Gilberto Tróchez, Jorge Federico Travieso, Rafael Paz Paredes, David Moya Posas, Roberto Sosa, Rigoberto Paredes, Óscar Amaya Armijo, entre otros, y a nivel internacional destacan sin duda el chileno Pablo Neruda y el dominicano Primitivo Herrera.

¿Cómo se le recuerda a Morazán en la geografía?


Siguiendo los reconocimientos que de manera temprana hicieron los salvadoreños al bautizar un departamento conocido como Morazán, no hay duda de que al prócer se le guarda especial afecto en tierras cuscatlecas.

En el caso de Honduras, fue en 1943 que se bautizó al departamento de Tegucigalpa como Francisco Morazán. Anteriormente ya se había denominado un municipio de Yoro como Morazán.

Igual sucede con Cabañas, que en la actualidad dos municipios llevan su nombre, uno en La Paz y el otro en Copán.

¿Cómo ve el legado de Morazán en tiempos de globalización?


Sigo considerando que la vigencia del pensamiento morazánico debe ser un norte desde el Estado. Muchas de las enmiendas realizadas por Morazán son modernas.

Nos hablan de integración, de canal interoceánico, etc., eso ya estaba planteado a mediados del siglo XIX.

Quizá debemos de ver a nuestros héroes y próceres sin mayor apasionamiento, sino verlos desde la escuela básica con argumentos ciertos, es más, con aciertos y errores, pues al fin y al cabo eran seres humanos.