NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.-Brittany K. Barnett y MiAngel Cody son dos abogadas con un propósito: Conseguir la excarcelación de personas con condenas que creen injustamente largas al tiempo que pelean por una reforma penal.
Y su campaña alcanzó otra dimensión insospechada cuando recibió el apoyo de Kim Kardashian West.
Barnett trabaja en Dallas con el Proyecto Enterrados Vivos (Burried Alive Project) y Cody es una de las fundadoras del Colectivo de la Excarcelación (The Decarceration Collective) de Chicago.
“Siempre me interesó cómo los tribunales y los jueces consideran los dramas humanos que tienen frente a sí, que es lo que me hace cuestionar las sentencias mínimas obligatorias. Porque cuando tienes sentencias mínimas obligatorias, los jueces no pueden tomar en cuenta las historias individuales” de la gente, declaró Cody a la Associated Press.
La organización de Barnett hace un trabajo parecido, representando a individuos que quieren una segunda oportunidad, educando a la gente acerca la necesidad de una reforma legislativa y publicitando casos para humanizar a los condenados y tratar de hacer desaparecer el estigma asociado con la cárcel.
Kardashian, quien estudia derecho al tiempo que maneja sus negocios de cosméticos y su programa de reality TV, se enteró del trabajo de Barnett al ver una entrevista con Alice Marie Johnson desde la cárcel. Buscó a los abogados de esa abuela y fue así que conoció a Barnett.
El presidente Donald Trump conmutó la condena a cadena perpetua obligatoria que se impuso a Johnson por venta de cocaína después de recibir a Kardashian en la Casa Blanca.
Trump estampó su firma en una reforma penal bipartidista aprobada a fines del año pasado.
Luego de eso, Barnett y Cody unieron fuerzas y lanzaron una campaña para conseguir la excarcelación de tanta gente como fuese posible al amparo de las nuevas normas.
Ya consiguieron la excarcelación de 17 reos.
“Presentamos casos ante tribunales de los que no sabíamos nada. Kim sabía que no cobrábamos por esto. Estábamos a mitad de camino en este proyecto, sin cobrar, sin dinero y sin aportes de nadie”.
Barnett dijo que Kardashian decidió apoyar la causa de Johnson y ofreció financiar la campaña 90 Días de Libertad cuando nadie quería aportar fondos.
“Siempre ofreció sus recursos. Nunca le pedimos un centavo a Kim”, dijo Barnett.
Barnett y Cody lanzarán una nueva iniciativa, el Third Strike Project, el 19 de junio. Le apunta a las personas en su banco de datos que no se beneficiaron con la campaña del año pasado, el First Step Act, que hizo que se pueda reconsiderar las sentencias de reos condenador por venta de crack.
“Tenemos un cliente condenado a prisión perpetua por venta de marihuana. El First Step Act no lo ayudó porque no cubría la marihuana”, explicó Cody. “Tal vez tenían una cantidad grande de otro tipo de droga. Tal vez cocaína en polvo, 5 kilos. No podíamos pedirle al juez retroactivamente que redujese la sentencia”.
Según el Proyecto Enterrados Vivos, 3.834 personas fueron condenadas a cadena perpetua por drogas entre 1988 y el 2016. De ellas, el 63% eran negras y el 17% hispanas. El 46% tenían 46 años o más.
Barnett y Cody rechazan las críticas de personas molestas con la atención que recibe Kardashian.
“Nosotras decimos la verdad y la verdad es que Kim nos apoyó cuando todos nos daban la espalda”, declaró Barnett. “La gente tiene que analizar esto más a fondo, comprender que alguien con la celebridad y la plataforma que tiene Kim está concientizando a los demás acerca de temas que nos interesan a muchos de nosotros, en los que llevamos trabajando mucho tiempo. Les abrimos los brazos a quienes quieran sumarse a esta lucha”.
Las condenas obligatorias no toman en cuenta atenuantes como los del caso de Reynolds Wintersmith, arrestado a los 19 años y condenado a cadena perpetua siguiendo los parámetros de entonces. Estuvo preso 20 años.
“Su madre murió de una sobredosis. Se fue a vivir con su abuela, que era abusiva y le enseñó a vender y a preparar crack”, relató Cody. “Es un desfasaje total de todo el sistema” de apoyo de un joven.
Y su campaña alcanzó otra dimensión insospechada cuando recibió el apoyo de Kim Kardashian West.
Barnett trabaja en Dallas con el Proyecto Enterrados Vivos (Burried Alive Project) y Cody es una de las fundadoras del Colectivo de la Excarcelación (The Decarceration Collective) de Chicago.
“Siempre me interesó cómo los tribunales y los jueces consideran los dramas humanos que tienen frente a sí, que es lo que me hace cuestionar las sentencias mínimas obligatorias. Porque cuando tienes sentencias mínimas obligatorias, los jueces no pueden tomar en cuenta las historias individuales” de la gente, declaró Cody a la Associated Press.
La organización de Barnett hace un trabajo parecido, representando a individuos que quieren una segunda oportunidad, educando a la gente acerca la necesidad de una reforma legislativa y publicitando casos para humanizar a los condenados y tratar de hacer desaparecer el estigma asociado con la cárcel.
Kardashian, quien estudia derecho al tiempo que maneja sus negocios de cosméticos y su programa de reality TV, se enteró del trabajo de Barnett al ver una entrevista con Alice Marie Johnson desde la cárcel. Buscó a los abogados de esa abuela y fue así que conoció a Barnett.
El presidente Donald Trump conmutó la condena a cadena perpetua obligatoria que se impuso a Johnson por venta de cocaína después de recibir a Kardashian en la Casa Blanca.
Trump estampó su firma en una reforma penal bipartidista aprobada a fines del año pasado.
Luego de eso, Barnett y Cody unieron fuerzas y lanzaron una campaña para conseguir la excarcelación de tanta gente como fuese posible al amparo de las nuevas normas.
Ya consiguieron la excarcelación de 17 reos.
“Presentamos casos ante tribunales de los que no sabíamos nada. Kim sabía que no cobrábamos por esto. Estábamos a mitad de camino en este proyecto, sin cobrar, sin dinero y sin aportes de nadie”.
Barnett dijo que Kardashian decidió apoyar la causa de Johnson y ofreció financiar la campaña 90 Días de Libertad cuando nadie quería aportar fondos.
“Siempre ofreció sus recursos. Nunca le pedimos un centavo a Kim”, dijo Barnett.
Barnett y Cody lanzarán una nueva iniciativa, el Third Strike Project, el 19 de junio. Le apunta a las personas en su banco de datos que no se beneficiaron con la campaña del año pasado, el First Step Act, que hizo que se pueda reconsiderar las sentencias de reos condenador por venta de crack.
“Tenemos un cliente condenado a prisión perpetua por venta de marihuana. El First Step Act no lo ayudó porque no cubría la marihuana”, explicó Cody. “Tal vez tenían una cantidad grande de otro tipo de droga. Tal vez cocaína en polvo, 5 kilos. No podíamos pedirle al juez retroactivamente que redujese la sentencia”.
Según el Proyecto Enterrados Vivos, 3.834 personas fueron condenadas a cadena perpetua por drogas entre 1988 y el 2016. De ellas, el 63% eran negras y el 17% hispanas. El 46% tenían 46 años o más.
Barnett y Cody rechazan las críticas de personas molestas con la atención que recibe Kardashian.
“Nosotras decimos la verdad y la verdad es que Kim nos apoyó cuando todos nos daban la espalda”, declaró Barnett. “La gente tiene que analizar esto más a fondo, comprender que alguien con la celebridad y la plataforma que tiene Kim está concientizando a los demás acerca de temas que nos interesan a muchos de nosotros, en los que llevamos trabajando mucho tiempo. Les abrimos los brazos a quienes quieran sumarse a esta lucha”.
Las condenas obligatorias no toman en cuenta atenuantes como los del caso de Reynolds Wintersmith, arrestado a los 19 años y condenado a cadena perpetua siguiendo los parámetros de entonces. Estuvo preso 20 años.
“Su madre murió de una sobredosis. Se fue a vivir con su abuela, que era abusiva y le enseñó a vender y a preparar crack”, relató Cody. “Es un desfasaje total de todo el sistema” de apoyo de un joven.