TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Tal y como lo había dicho en una ocasión anterior, “en el teatro se requiere la presencia de actores y espectadores en vivo, solamente así se encuentra sentido en ese punto real, que es efímero, único e irrepetible. Cualquier iniciativa asociada que carezca de esa condición, no será teatro”.
Sin embargo, José Luis Recinos, director de la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD), ha encontrado, junto a su equipo, una forma diferente de montaje. La pandemia ha hecho bajar los telones y cerrar las salas durante más de tres meses, pero sus exponentes mantienen abierta una ventana.
“Al enfrentarnos a la cuarentena ya no era posible continuar con las clases presenciales; teníamos que mudarnos a la virtualidad. Un día recibí un mensaje de Carollinne Álvarez, maestra de la escuela, y ella me preguntó: ‘José, ¿has escuchado sobre el teatrófono?’. A lo que respondí que no. Luego me envió una información, me contó un poco lo que era y yo por mi cuenta me fui a investigar”.
Se trataba de un invento presentado en 1881 en la ciudad de París, propuesto por el ingeniero Clément Ader, cuyo objetivo era proveerles una experiencia de teatro y ópera a quienes no tenían la posibilidad de costear una entrada. Por medio de una serie de aparatos telefónicos colocados alrededor del escenario del Teatro de la Comedia Francesa, se transmitían presentaciones en vivo.
“Yo me quedé un par de días pensando y me dije ‘esto lo podríamos montar nosotros’, con una obra que la gente pudiera escuchar a través de sus dispositivos; nos pareció que podía tener sentido una actualización del teatrófono”, dijo Recinos. El equipo se dio a la tarea de identificar un texto corto que permitiera contar una historia completa, considerando las dificultades de conectividad que tienen la mayoría de personas.
Un desafío tras otro
“Muchos de nuestros estudiantes no tenían acceso a un internet de calidad o sus conexiones se interrumpían constantemente. Entonces, intentar hacer algo en donde se actuara en pantalla era una posibilidad que no teníamos, pero sí era más fácil conectarnos todos a través de una llamada de Whatsapp, y fue así como se dirigió la obra. Mientras los chicos iban leyendo, yo iba corrigiendo”.
Otra dificultad fue no tener un contacto físico, porque a la hora de dar las indicaciones todo debía ser de forma verbal, mientras que en el teatro se acostumbra a trabajar también la corporalidad. Por fortuna esta se fue superando en la medida en que cada estudiante empezó a utilizar los elementos que tenía disponibles en su casa para generar estímulos en sus cuerpos, que les permitieran encontrar los tonos de voz adecuados y promover la imaginación, recreando el entorno en que se desarrolla cada situación dentro de la obra.
Recinos y sus estudiantes comenzaron a probar con diferentes plataformas que podían darles sustento a la presentación, pero al final optaron por Zoom, sobre todo porque es muy utilizada hoy en día. “Así fue como llegamos al estreno de nuestro primer acto de teatrófono en Honduras, y aunque algunos pensarían que estamos inventando algo nuevo, lo único que hemos hecho ha sido actualizarlo”, enfatizó.
Recompensas en grande
“Esta experiencia ha sido sorprendente; primero por el hecho de descubrirla, luego por los retos que hemos ido superando y ahora por las satisfacciones que nos va dejando. Hemos tenido gente que se conecta desde diferentes partes del mundo, como Estados Unidos, Portugal, España, México, Argentina, El Salvador, Perú, Canadá, Argentina, Colombia, Inglaterra, etc.”, agradeció.
Asimismo, las fronteras locales también han sido traspasadas con la visita de público de Roatán, San Pedro Sula, Choluteca, Morolica, Danlí, El Progreso, La Ceiba y muchos otros lugares del país. “Esta ha sido otra cosa maravillosa, porque bajo circunstancias normales mucha de esta gente no habría tenido acceso a una experiencia como esta y ahora lo está disfrutando mucho”.
Acerca de los montajes
“El amor en los tiempos de covid” es una adaptación libre del diálogo tomado de “La calle de la gran ocasión”, de la dramaturga mexicana Luisa Josefina Hernández. Se trata de un texto ambientado en el contexto local actual y con el que se estrenó el proyecto. Tras un par de semanas de actividad, ha llegado el momento de conocer otros montajes.
Por ahora se aproxima el estreno de una nueva producción -de la que por ahora se reserva el nombre- pero se sabe tratará de una comedia, con la que se espera la gente ría, goce y pueda seguir compartiendo. La cita es el sábado 27 de junio; no olvide reservar su cupo con anticipación.
Y como si fuera poco, la escuela además está preparando una obra de teatro para una audiencia muy especial, con la que intentará montar una experiencia de teatrófono infantil en donde los niños y las niñas, junto a sus familias, se conecten desde casa a disfrutar del teatro, mientras todos puedan coincidir de nuevo frente al escenario.
Reserve su entrada
Las personas que quieran vivir la experiencia de teatrófono deberán enviar un mensaje al Whatsapp de la ENAD (3360-7696). “Nosotros vamos a registrar su nombre, lo agregaremos a una antesala y allí se les va a compartir toda la información una hora antes de cada función, incluidos los enlaces a Zoom”, avisó el director.
La invitación se extiende a docentes que estén manejando sus clases desde la plataforma virtual. La escuela ofrece funciones especiales para grupos de estudiantes.