Tegucigalpa, Honduras
En la XXVI Bienal de Pintura Centroamérica y el Caribe, organizada por el Instituto Hondureños de Cultura Interamericana (IHCI), se reconoció la labor de diferentes exponentes de la plástica nacional e internacional y entre ellos destacó la figura de la japonesa Naomi Ohki.
Sus obras 'Silencio uno' y 'Silencio dos' la hicieron acreedora a una mención de honor durante la ceremonia de premiación que tuvo lugar el pasado mes de julio en el Museo para la Identidad Nacional (MIN).
El jurado conformado por Sikiu Pérez, procedente del Centro Cultural Expressiones; Gabino Castelán, artista neoyorquino, y Romeo Galdámez, director de promoción cultural de la cancillería salvadoreña, emitió el veredicto que nombró a Ohki con dicho reconocimiento.
Los criterios aplicados por los expertos fueron la originalidad, la calidad, la técnica, la unidad y el profesionalismo de cada obra; características presentes en las piezas de la esposa del embajador de España en Honduras, Guillermo Kirkpatrick.
Cabe destacar que Ohki es una artista autodidacta. En la Universidad de Kobe de Japón obtuvo una licenciatura en Estudios Interculturales, y en el Reino Unido una maestría en Negocios por la Universidad de Roehampton Business School, aunque según comentó, siempre se sintió atraída por la cultura y el arte.
En la Bienal del IHCI, el soporte de sus obras en acrílico fue el papel japonés washi y papel coreano hanji, que se producen de manera bastante natural y a mano.
En las obras que dejan ver a dos árboles, la artista expresa la tranquilidad silenciosa a través del movimiento de la naturaleza, y hace un llamado a ser conscientes sobre la importancia de la protección del medio ambiente.
Sobre el concurso, Naomi Ohki dijo que le parece un proyecto muy interesante porque muchas de las obras seleccionadas guardan una conexión muy fuerte con la tierra, los indígenas y los recursos naturales de Honduras.
En la XXVI Bienal de Pintura Centroamérica y el Caribe, organizada por el Instituto Hondureños de Cultura Interamericana (IHCI), se reconoció la labor de diferentes exponentes de la plástica nacional e internacional y entre ellos destacó la figura de la japonesa Naomi Ohki.
Sus obras 'Silencio uno' y 'Silencio dos' la hicieron acreedora a una mención de honor durante la ceremonia de premiación que tuvo lugar el pasado mes de julio en el Museo para la Identidad Nacional (MIN).
El jurado conformado por Sikiu Pérez, procedente del Centro Cultural Expressiones; Gabino Castelán, artista neoyorquino, y Romeo Galdámez, director de promoción cultural de la cancillería salvadoreña, emitió el veredicto que nombró a Ohki con dicho reconocimiento.
Los criterios aplicados por los expertos fueron la originalidad, la calidad, la técnica, la unidad y el profesionalismo de cada obra; características presentes en las piezas de la esposa del embajador de España en Honduras, Guillermo Kirkpatrick.
Cabe destacar que Ohki es una artista autodidacta. En la Universidad de Kobe de Japón obtuvo una licenciatura en Estudios Interculturales, y en el Reino Unido una maestría en Negocios por la Universidad de Roehampton Business School, aunque según comentó, siempre se sintió atraída por la cultura y el arte.
En la Bienal del IHCI, el soporte de sus obras en acrílico fue el papel japonés washi y papel coreano hanji, que se producen de manera bastante natural y a mano.
En las obras que dejan ver a dos árboles, la artista expresa la tranquilidad silenciosa a través del movimiento de la naturaleza, y hace un llamado a ser conscientes sobre la importancia de la protección del medio ambiente.
Sobre el concurso, Naomi Ohki dijo que le parece un proyecto muy interesante porque muchas de las obras seleccionadas guardan una conexión muy fuerte con la tierra, los indígenas y los recursos naturales de Honduras.