TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Era apenas una adolescente creativa y soñadora cuando inició su camino en la industria que una década más tarde le permitiría desfilar su talento como maquilladora en las pasarelas de la New York Fashion Week (NYFW).
“En mi corazón nació un anhelo de querer estar allí algún día, aunque lo veía lejos e imposible. Pero Dios, sin yo saberlo, estaba preparando todo para abrir esa puerta a mi favor. En menos de dos años de residir en esta ciudad vería mi sueño hecho realidad”, relató la hondureña Elizabeth Rodríguez, quien en 2021 migró hacia el país norteamericano, específicamente a la Gran Manzana.
La originaria de Tegucigalpa mencionó que las pasarelas, el maquillaje y la moda son conceptos por los que sintió una notable afinidad desde que era niña. Sin embargo, fue cerca de cumplir los 20 años de edad que comenzó a formarse y a adquirir experiencia como maquillista.
En la actualidad cuenta con diversos certificados en el campo, que también abarcan asesorías de imagen, técnicas de aplicación de pestañas y estilismo profesional.
Honduras en la NYFW
“Dios y mi trabajo duro me hicieron merecedora de participar en NYFW. Gracias a mi directora, Lydiana Rodríguez, quien me confirmó mi ingreso a tan privilegiado evento por medio de un texto, que marcó un antes y un después en mi vida profesional, estaré eternamente agradecida”, destacó la capitalina de 30 años.
“El compartir con modelos, artistas, maquilladoras y directoras aún más profesionales me llenó el alma de pasión y satisfacción. Me hizo saber que estoy en el camino correcto para llevar mi carrera al siguiente nivel”, agregó Elizabeth, quien se convirtió en la segunda maquilladora hondureña en dejar su sello en las famosas pasarelas en la semana del 7 al 13 de septiembre. Antes lo hizo Suhey Rodríguez, en febrero de este mismo año.
Por su parte, la entrevistada mencionó que formar parte de este evento la hizo recapitular su proceso de aprendizaje desde que recibía clases de arte en primaria, secundaria y universidad, hasta llegar a los estudios de maquillaje de prestigiosas academias e institutos para convertirse en maquilladora profesional.
“Descubrí el don que Dios había depositado en mis manos, y empece a creer en mí, en mi talento, y hoy soy quien hace de cada rostro el lienzo donde dibujo mi obra de arte”.
Nuevos retos
Cabe mencionar que antes de su acertado paso por el prestigioso desfile de moda, Elizabeth ha logrado destacar en la industria del maquillaje participando en otros eventos afines, con sede en la Gran Manzana, así como también en otros estados, entre ellos: Miami, Dallas, Los Ángeles, Connecticut, New Jersey y Maryland.
“Comencé como maquilladora y en la actualidad también me dedico a impartir cursos de maquillaje, de extensiones de pestañas y asesorías de imagen. Quiero llevar mi talento y mi país una vez más no solo a mis preciosas clientas y alumnas, sino también a las pasarelas de eventos como Miss Universe, videos musicales, estudios de televisoras (Univision, Telemundo, etc.); en sí, aprovechar al máximo la ciudad en donde ahora resido”, adelantó.
Asimismo, compartió que apunta a ser parte de algún otro equipo importante o marca de cosméticos, llegar a ser directora creativa para eventos, ser galardonada con algún premio y acercar a otras mujeres a lograr sus sueños en esta industria.
“Tengo más metas por cumplir, sumadas a mi pasión por conectar y un deseo de crear arte con mis propias manos. Mis sueños son tantos como el gran deseo que tengo de convertirlos en realidad”, expresó.
Referencias
La entrevistada resaltó que la industria de la belleza “está liderada por mujeres tan normales como nosotras, que comenzaron con un sueño, creyendo en él, forjando un camino y logrando ser un símbolo verdaderamente importante en la historia. Sin duda alguna, todas las mujeres somos fuerte dosis de inspiración”.
Finalmente, concluyó expresando que el agradecimiento y la felicidad ha sido tanta en los últimos días, que no sabía si compartirlo o guardarlo solo para ella.
“Pero hoy decido abrir mi corazón con esta entrevista y espacio dedicado a mí, porque sé que puedo inspirar a otras personas a que sueñen y trabajen por ello, porque todo lo que hacemos con amor nos acerca a nuestro destino. A mis verdaderos amigos, a mis familiares, y a las personas que Dios ha usado para que sean puentes de bendición en mi carrera, GRACIAS”.
