Incluso en una pandemia es muy difícil ver “ North by Northwest” sin una sonrisa en tu cara. Su gozo, impulsado por la música de Bernard Herrmann, puede resistir cualquier calamidad. Aquella en la que nos encontramos ahora no se siente tan diferente del misterio sorpresivo en el que entra de golpe Cary Grant. Simplemente estábamos ahí haciendo nuestras cosas cando de pronto un avión fumigador apareció y se dirigió directamente a nosotros.
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Qué ver se ha convertido en uno de los dilemas más frecuentes de la cuarentena. Para mí incluso “Groundhog Day” (“Hechizo del tiempo”) es demasiado cercana a mi experiencia ahora. Pero las películas menos obvias también pueden cobrar una relevancia sorprendente.
Había olvidado, por ejemplo que “Hud” (“El indomable”) el western en blanco y negro de Martin Ritt de 1963, implica un brote de fiebre aftosa. Justo cuando deseas ver a Patricia Neal y te embelesas con Paul Newman, la película salta de Texas de la década de 1960 a la actualidad. Hud, interpretado por Newman, está de pie sobre ganado muerto y denuncia una injusticia mayor: “Este país está lleno de epidemias ¿dónde has estado tú?”.
La era de la Gran Depresión también tuvo algunas de las películas más efervescentes. El público que ansiaba un escape iba en masa a los musicales fastuosos, comedias delirantes y películas de suspenso.
La dieta cinematográfica es tan buena ahora como lo era entonces.
Desde entonces el “escapismo” se ha convertido en un gran negocio y el dominio de los superhéroes. Pero el escape viene de muchas formas. Incluso las películas más retadoras te envuelven y transportan a otro mundo, a otra vida, algo que cuando tantas cosas nos han sido negadas se siente como un salvavidas.
Siguiendo ese espíritu presentamos algunas películas viejas y nuevas que pueden dar confort por su ímpetu, su humanidad y su ingenio. Las mantas vienen en muchos tamaños y la comida deliciosa para acompañarlas tiene muchos sabores.
-“My Man Godfrey” (“Porfiada Irene”): La mayoría de las comedias de la Gran Depresión liberaban una farsa salvaje y libre sobre la clase alta estadounidense. En esta cinta clásica de 1936, William Powell interpreta a un vagabundo rescatado de las calles por una mujer rica (Carole Lombard). Y como en las mejores comedias el reino animal tiene un cameo, hay una cabra y un gorila. En “Bringing Up Baby” (“La adorable revoltosa” es un leopardo. En “The Awful Truth” (“La pícara puritana”) un perro. Powell, astro de “The Thin Man” (“La cena de los acusados”) es genial como siempre. (Disponible por streaming en Amazon Prime).
-“You’ll Never Get Rich” (“Nunca tendrás un centavo”): Al igual que Powell, Fred Astaire es una de las estrellas de cine necesarias en caso de emergencia, capaz de dar impulso el cualquier momento. Es famoso por sus actuaciones con Ginger Rogers, pero en este musical de 1941, Rita Hayworth es su compañera de baile y casi lo saca de la pantalla. (Disponible para renta digital).
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-“Out of the Past” (“Traidora y mortal”): Las películas negras de la década de 1940 podrían no parecer muy reconfortantes, pero las mejores de ellas -- “Laura”, “Double Indemnity” (“Pacto de sangre”), “Gilda”, “The Asphalt Jungle” (“Mientras la ciudad duerme”) -- tienen una alienación y fatalismo intoxicante de la posguerra que simplemente te rindes ante ellas. “Out of the Past” dirigida por Jacques Tourneur en 1947 con Robert Mitchum, Jane Greer y Kirk Douglas, tiene una estructura misteriosa, contada casi completamente en un flashback, que la hace parecer nueva cada vez. (Disponible para renta digital)
--“The Nice Guys” (“Dos tipos peligrosos”): Una historia de detectives mucho más reciente y mucho más ridícula. La comedia de Shane Black de 2016, con Ryan Gosling y Russell Crowe en el papel de investigadores privados de Los Angeles en los años 70, es una mezcla de suspenso y comedia. Es irresistible principalmente por la actuación de pastelazo de Gosling. No es solo un lado B a su trabajo más reconocido, es una de las mejores cosas que ha hecho (Disponible para renta digital).
--“I Know Where I’m Going!” (“Sé a dónde voy”): Pocas cosas en el cine tienen lo subliminal de las películas de Michael Powell y Emeric Pressburger, como “The Red Shoes”(“Las zapatillas rojas”), “A Matter of Life and Death” (“Escalera al cielo”), “The Life and Death of Colonel Blimp”(“Vida y muerte del Coronel Blimp”), y esta aventura romántica de 1945, que se desarrolla en las islas occidentales de Escocia, es quizá la más contagiosa. Wendy Hiller interpreta a una mujer que al viajar para llegar con su prometido queda atrapada en una tormenta en la isla de Mull -- y al quedarse descubre el encanto de esta isla airosa, incluyendo un oficial de la marina local (Roger Livesey). Una película para abrazarse. (Disponible por streaming en Criterion Channel).
--“Nobody’s Fool” (“Las cosas de la vida”): El placer de esta película tardía de Paul Newman, adaptada de la novela de Richard Russo, es interminables. Desarrollada la provincia del estado de Nueva York, esta película de Robert Benton irradia calidez, cómica pero conmovedoramente dramatiza los problemas del personaje de Newman como un trabajador viejo en un pequeño pueblo y tiene un elenco excepcional, incluyendo a su casera (Jessica Tandy, también en una de sus últimas películas), su abogado ineficaz (Gene Saks) y su rival (Bruce Willis en una de sus mejores actuaciones). (Disponible por streaming en Amazon Prime).
--“The Daytrippers” (“Deseos y sospechas”): Por alguna razón Parker Posey me ha parecido muy reconfortante durante la pandemia. No me la puedo imaginar afectada por una enfermedad infecciosa mundial. Forma parte del elenco de esta comedia de 1996 de Greg Motolla junto con Liev Schreiber, Anne Meara y Stanley Tucci. Es principalmente una película independiente de los años 90 en Nueva York, llena de diálogos y humor negro, en la que una familia atraviesa por una odisea en Manhattan en una camioneta. Un maratón de películas de Posey, como “Kicking and Screaming” (“Pateando el tablero” o “Best in Show” (“Very Important Perros”), podría ser bueno. (Disponible por streaming en Criterion Channel).
--“Ikiru” (“Vivir”): Nunca es un mal momento para el gran humanismo de “Ikiru” de Akira Kurosawa pero se siente especialmente bien en este momento. Para tratarse de un cineasta más famoso por sus películas de samuráis, esta película de 1952 es más directa sobre la vida y la muerte. Se trata de un viejo burócrata (Takashi Shimura) que se entera que tiene cáncer de estómago y cae en una crisis existencial sobre cómo vivir sus últimos días. Te hará añorar tener un columpio. (Disponible por streaming en Kanopy).
—Extra: “Naked Gun: From the Files of Police Squad”. (Disponible por streaming en Netflix).
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