CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS.- ¿Desafiaron a la realeza? Pese a la polémica que el príncipe Harry y Meghan Markle la pareja decidió bautizar a su hija menor Lilibet Diana en una ceremonia privada.
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Los duques de Sussex hicieron la íntima ceremonia en su casa en Montecito, California, y fue celebrada por el rito de la iglesia Episcopal, que pertenece a la Comunión Anglicana, la misma fe que ha profesado Harry por años.
“Puedo confirmar que la princesa Lilibet Diana fue bautizada el viernes 3 de marzo por el arzobispo de Los Ángeles, el reverendo John Taylor”, dijo el portavoz de la pareja.
Sin embargo llamó la atención que la pareja decidió bautizar a la pequeña de 21 meses con su título real de “princesa”, un título que la corona británica no le ha reconocido a pesar de que sí le corresponde por ser la nieta del rey Carlos III.
Cabe mencionar que pese a que Harry y Meghan renunciaron a sus cargos, ellos siempre han sostenido su deseo de que los niños mantengan sus estatus.
Según la patente de 1917, el rey Jorge V dictaminó que sus serán altezas reales los hijos de los soberanos y los hijos de los hijos del rey.
¿Invitaron al rey Carlos III?
Una fuente cercana reveló que pese a toda la polémica generada por el documental de Netflix y el libro autobiográfico “Spare”, los duques sí invitaron a Carlos III y a Camila al bautizo.
Asimismo se conoció que los príncipes de Gales, William y Kate Middleton, también recibieron una invitación, pero ninguno de los cuatro acudió al bautizo.
Los que sí estuvieron presentes fueron la madre de Meghan, Doria Ragland, y el padrino de Lilibeth, el actor Tyler Perry.
Al parecer las relaciones entre ellos aún siguen tensas, pero se espera que se limen esas asperezas tras que Harry y Meghan recibieran una invitación para la coronación del rey el próximo 6 de mayo.