CANNES, FRANCIA.- Desde que saltó a las pantallas con “Indiana Jones y los cazadores del arca perdida” en 1981, el intrépido aventurero se impuso no solo como uno de los grandes héroes de la historia del cine, sino como todo un icono popular.
Estas son seis cosas imprescindibles acerca del personaje, que Harrison Ford interpreta por quinta vez en “Indiana Jones y el llamado del destino”, presentado este jueves en el Festival de Cannes.
Nacido en una playa de Hawái
Fue el director de “La guerra de las galaxias”, George Lucas, quien tuvo la idea inicial de este arqueólogo y aventurero, insaciable rastreador de reliquias y objetos de gran simbolismo en la historia de la humanidad, como el Arca de la Alianza bíblica o el Santo Grial.
El sueño, inspirado de innumerables héroes de películas de serie B, se concreta en una playa hawaiana, donde pasa unas vacaciones junto a Steven Spielberg.
El cineasta de “Tiburón” quería rodar un James Bond, pero Lucas le contestó: “¡tengo algo mejor!”.
”Indiana Jones y los cazadores del arca perdida” fue un éxito inmediato y mundial, y luego le siguió “Indiana Jones y el templo de la perdición” (1984), “Indiana Jones y la última cruzada” (1989) e “Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal” (2008).
En total, esas cuatro películas representaron cerca de 2,000 millones de dólares de taquilla.
El explorador del Machu Picchu
Con su barba de tres días, su sombrero de fieltro gastado, una cazadora de cuero que resiste a todas las peleas, un zurrón de tela para meter los más preciados tesoros y un látigo, Indiana Jones encarna la imagen del explorador.
Lucas y Spielberg se inspiraron en particular del arqueólogo estadounidense Hiram Bingham, el hombre que descubrió las ruinas del Machu Picchu.
Pero también de Tintin o de las películas de “cowboys” de Clint Eastwood.
El héroe se llama Henry, pero todos lo conocen como Indiana. Que en realidad era el nombre... de la perra de Lucas. Que ya había inspirado al prolífico director para crear al peludo Chewbacca de “La guerra de las galaxias”.
Guiños y anacronismos
Los guiños a la saga “La guerra de las galaxias” son constantes en la serie de Indiana Jones.
En una famosa escena de “Indiana Jones y los cazadores del arca perdida”, cuando Indy se encuentra en el Pozo de las Almas, los droides R2D2 y C3PO aparecen entre los jeroglíficos.
Y la matrícula del hidroavión es OB-CPO, en alusión a Obi Wan y C3PO. A lo largo de los años, los fans han detectado otros guiños y anacronismos.
Es el caso, por ejemplo, del bazuka que utiliza Indiana Jones, una arma que en 1936, el año en que está ambientada la película, aún no había sido inventada.
Y lo mismo ocurre con el mapa en el que aparece “Tailandia”, un país que aún no existía. La colonia se llamaba por entonces Siam.
Ni Magnum, ni Sharon Stone
Para interpretar a Indiana, Spielberg quería a Harrison Ford, pero Lucas no estaba convencido, porque el público identificaba al actor con el personaje Han Solo.
Ambos directores sondearon a Nick Nolte, Jeff Bridges y Bill Murray y finalmente a Tom Selleck, por entonces poco conocido. Pero este actor estaba comprometido con “Magnum”.
Spielberg convence finalmente a Lucas: Harrison Ford es el hombre.
Para el papel de Willie, la novia aventurera de Indiana, un millar de actrices desfilaron durante las audiciones, incluida Sharon Stone.
Kate Capshaw obtuvo el papel, que no desembocaría en una gran carrera cinematográfica. Spielberg se casó con ella en 1991.
“Tapón”, de ayudante de Indiana a actor oscarizado
El caso del actor de origen vietnamita Ke Huy Quan es la perfecta ilustración del sueño norteamericano.
Refugiado de origen vietnamita, a los 12 años es elegido para el papel de “Tapón”, ayudante del aventurero en “Indiana Jones y el templo de la perdición”. Su éxito se confirma con otra película, “Los Goonies”.
Pero luego llega una larga travesía del desierto, durante décadas, hasta que en 2022 llega la consagración inesperada, con “Todo a la vez en todas partes”, con la que gana el Oscar al mejor actor secundario.
Ofidiofobia
Es el único punto débil de Indiana: su fobia a las serpientes, lo que se conoce como ofidiofobia.
Cabe decir que cuando era joven, el aventurero cayó en una fosa llena de esos reptiles.
Es una escena célebre en la historia del cine: Indiana Jones cae en el Pozo de las Almas buscando la pista del arca perdida.
Un lugar lleno de serpientes de todo tipo, que Spielberg filmó con nada menos que 6,500 animales. Al montón añadió, camuflados, algunos trozos de manguera.
La serpiente más peligrosa, la cobra, fue filmada en una campana de cristal. Después de rodar la escena se descubrió que algunas serpientes habían desaparecido.