Entretenimiento

Sergio Ramírez presentó sus antologías en Tegucigalpa

El escritor habló sobres sus novelas “La fugitiva” y “Margarita, está linda la mar”, entre otras, y compartió algunas de sus experiencias y anécdotas con el público capitalino.

19.06.2012

La capital hondureña tuvo la oportunidad de escuchar y compartir con el escritor Sergio Ramírez, Premio Alfaguara de Novela 1998.

El literato nicaragüense llegó a Honduras para participar en el I Primer Taller Académico-Cultural Internacional Literatura de América Central, que por espacio de tres días se realizó en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, bajo la organización de la Vicerrectoría Académica.
Durante la jornada se realizaron diferentes actividades en las que estuvieron presentes escritores nacionales como Julio Escoto, María Eugenia Ramos y Eduardo Bähr.

Las antologías

En el marco del taller Ramírez presentó sus dos antologías centroamericanas: “Puertos abiertos”, de cuento, y “Puertas abiertas”, de poesía, publicadas por el Fondo de Cultura Económica.

En “Puertos abiertos” están los cuentos de María Eugenia Ramos, Óscar Acosta, Eduardo Bähr, Julio Escoto, Juan de Dios Pineda Saldívar, y Jorge Medina García. En “Puertas abiertas” están los poemas de Pompeyo del Valle, Óscar Acosta, Rigoberto Paredes, Juan Ramón Saravia, José González, María Eugenia Ramos, Rebeca Becerra, Gustavo Campos, Mayra Oyuela y Fabricio Estrada.

En relación a la antología de cuento, Eduardo Bähr expresó que la presencia de Ramírez ha incidido en el Fondo de Cultura y esto puede favorecer para que este tipo de antologías se sigan publicando en Centroamérica.

Por su parte, María Eugenia Ramos expresó en un conversatorio que tuvo lugar en la librería Mundo Literario que saber que sus cuentos serían incluidos fue una sorpresa, ya que en el país “somos como islas y hay cierto desconocimiento de lo que está haciendo cada quien”, y que fue importante que Ramírez incluyera a narradoras y poetisas en las antologías.

El poeta Gustavo Campos dijo sobre estos trabajos: “a mi criterio faltan José Antonio Funes y José Luis Quesada, creo que debieron ser incluidos por la calidad de su poesía”.

En la jornada se realizó la presentación del libro “Magos monjes mayas Copán”, de Julio Escoto, una novela donde el gobernante maya Madrugada tiene que enfrentar la crisis que azota a su gobierno y ciudad.

Los actividades continuaron el miércoles con Ramírez, que habló sobre su última novela, “La fugitiva”, ambientada en la sociedad costarricense de 1930 y 1940 y en la que tres voces cuentan de manera independiente detalles sobre la vida de la novelista Amanda Solano, una mujer que tuvo que enfrentar los prejuicios de una sociedad machista. Las historias son contadas por Gloria Tinoco, Marina Carmona y Manuela Torres.

“Las tres historias son independientes una de la otra y la suma de ellas compone la novela, ese era mi propósito, para que los puntos de vista fueran autónomos”, expresó el escritor. Ramírez compartió que para hacer esta novela hubo detrás un proceso de investigación.

Entre las consultas de los asistentes hubo una sobre la presencia de un personaje nicaragüense en esta novela, a lo que el escritor respondió que “las migraciones tienen un efecto cultural y económico y el personaje de mi novela se camufla como costarricense, así como muchas veces ocurre en la realidad, por lo que quise registrarlo en mi novela”.

El escritor y las circunstancias

Sergio Ramírez ha enfrentado a lo largo de su vida situaciones que lo han alejado de la producción literaria, pero no de la literatura. Es así que su periodo en la política con el Frente Sandinista impidió que de 1975 a 1985 Ramírez escribiera una sola línea, y de su regreso a la literatura Ramírez recordó que de las peores circunstancias han salido sus novelas más completas, como “Castigo divino”, la que escribió en horas de la madrugada... “tuve que quitarle horas al sueño para escribir este libro”, dijo el escritor.

A estas novelas escritas en “la peor de las circunstancias” se suma “Margarita, está linda la mar”, con la que ganó el Premio Alfaguara en 1998.
Ramírez dijo que estas dos novelas junto con “La futigiva” y “Mil y una muertes” son las que más trabajo le han dado y para las que más investigación hizo.

Asimismo, compartió que hay novelas que no le han llevado mucha investigación, como “Un baile de máscaras”, sobre su infancia en Masatepe, en el que solo reunió sus memorias.

El escritor dijo que no podría decir cuál novela le ha dado más satisfacciones, puesto que escribir una novela “es un encuentro de gracia, el encuentro con la palabra es una epifanía”.

El autor de más de 40 libros también escribe para diarios de Sudamérica, México y España, por lo que compartió con los asistentes que cada mañana de 8:30 a 1:00 de la tarde se dedica a escribir, “hay días que si no imagino entonces corrijo, no hay que salir a otro lugar, la hora de escribir es sagrada”, y agregó que “hay que reflexionar sobre la página escrita, corregir, desechar, porque lo que me gusta no siempre es lo que necesito, uno debe tener la frialdad de leer lo escrito... escribir es un acto solidario, de dedicación y disciplina”.

Ramírez compartió que aunque la escritura esté primero, la tarde la dedica tiempo a otras actividades, como leer correos, estar con su familia, amigos y leer a escritores jóvenes, porque “ellos tienen mucho que enseñarnos a los escritores viejos”.

Anécdotas sobre sus inicios en la literatura

Sergio Ramírez compartió que a los 20 años, cuando escribió su primer libro, “Cuentos”, no sabía qué iba a decirle a su padre, quien le dijo: “bueno, ahora tenés que escribir una novela”, y eso lo animó a escribir “Tiempo de fulgor” “y comencé a leer a otro tipo de escritores, porque antes solo leía a cuentistas como Antón Chéjov, de quien aprendí muchísimo”, y agregó que para su papá la novela era superior al cuento, pero que él no lo considera así. Después de formarse como cuentista comenzó a explorar la novela y a leer a novelistas “y me ocupé mucho de la obra de Faulkner”.

La obra de Ramírez se ha visto influenciada por el cine, por el contacto que desde su niñez tuvo con él, es así que la novela “Castigo divino” está inspirada en una película del mismo nombre, y en “Margarita, está linda la mar” utilizó recursos del cine, solo por mencionar algunas.

Y en relación a si le gustaría que una novela suya fuera llevada al cine, dijo que aunque para un escritor siempre es muy atractivo ver su obra en el cine, hay malas experiencias en relación a esto, “como las de García Márquez, ya que no hay película buena sobre sus novelas”.

Tags: