SANTA BÁRBARA, HONDURAS.- Cultivar junco, la unión familiar y amor por Honduras fueron las piezas claves para que una luchadora familia lograra alcanzar el éxito creando sombreros y otros productos que plasman la identidad nacional en el departamento de Santa Bárbara.
EL HERALDO INSPIRA conversó con David Chávez Trochez, de 43 años, quien inspirado en su madre Mirna Elena Trochez, retomó el negocio familiar desde hace un par de años. “Desde mi infancia acompañé a mi madre en los procesos de su negocio y con el paso de los años hemos logrado emplear a varias personas y posicionarnos”, explicó el emprendedor.
Apostarle a un rubro casi extinto ha sido su principal desafío, sin embargo, ha logrado cautivar con sombreros de junco y de color blanco con increíbles diseños, bolsos, aritos y monederos a base de la planta y el tule. “Los talentos de Lester, Isaura, Carolina, Kevin y Janeth han sido importante en la empresa”, apuntó.
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El padre de David adquirió un terreno hace más de 50 años, donde decidió cultivar junco y su madre combinó su trabajo de ama de casa con tejer sombreros de los cultivos. La actividad fue retomada por el emprendedor desde temprana edad, adaptándose a las exigencias del mercado actual.
Hondureños y extranjeros han aplaudido su talento para crear los tradicionales sombreros y arte plasmado en ellos. Tanto ha sido el éxito y demanda que hace envíos a todo el país y cuenta con diversos intermediarios en Tocoa, Tegucigalpa, Danlí y Olancho. Además, pretende internacionalizarse.
Según confió el también técnico en mercadotecnia, esta aventura comenzó con una inversión de 5 mil lempiras, los cuales se han multiplicado a más de 20 mil lempiras mensuales. “Recuerdo que hacía malabares para vender, pasaba retenes, caminaba mucho para llegar a mis clientes finales”, confesó.
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Este emprendimiento familiar ha logrado emplear al menos a ocho personas directamente y los planes a futuro de la familia Chávez son tener tiendas físicas en las principales ciudades del país y contar con un taller equipado totalmente.
Actualmente, la madre de David y pionera en ‘Sombreros Santa Bárbara’ está delicada de salud, por lo que el ‘patepluma’ permanece pendiente de su progenitora mientras realiza actividades para seguir honrando su iniciativa.
“Los invito a comprar nuestros sombreros y los demás productos, los tejemos y pintamos para que usted sienta orgullos de ser Hondureño”, finalizó.
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