TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Lempira era una persona aguerrida y brava, Viana considera que también lo es porque cuando “se le revuelven los dos indios” no hay quien lo pare; para las personas que lo conocen esta es una característica en él un tanto conflictiva.
Viana no es cualquier candidato, su destino estaba sellado el día que su padre decidió darle dos nombres de caciques que lucharon a muerte por sus pueblos.
En las elecciones generales del 28 de noviembre del 2021, Lempira Cuauhtémoc Viana batallará junto a su partido Liberación Democrática de Honduras (Liderh) por la soberanía de Honduras y -tal como lo hizo Lempira- deberá enfrentarse a una fuerza similar a los españoles que le ganan en fortaleza y tamaño.
Sus orígenes son la representación de dos culturas latinoamericanas mezcladas, su padre Max Viana nació en México y años más tarde Honduras le abrió los brazos, a principios del siglo XX, cuando las bananeras comenzaron contrataciones en la zona norte.
Max, enamorado de las historias ancestrales de ambos países, decidió llamarle Lempira en honor al cacique lenca que luchó por el territorio hondureño y cuyo nombre significa ' Señor de la Sierra'.
Su segundo nombre le fue dado en representación al guerrero mexicano de Tenochtitlán: Cuauhtémoc (águila que desciende), quien murió a manos de Hernán Cortés por no revelar el escondite de los tesoros de su pueblo.
Viana es una persona tranquila que no necesita de mucho para mantener una conversación fluida, la necesidad de expresar su opinión de diferentes situaciones del país es casi como un don o una pasión.
A pesar de la rectitud que en él se observa fue denunciado por los pobladores de la residencial Andalucía de San Pedro Sula por querer adueñarse de las áreas verdes de esta comunidad, lo que para él es un tema inventado para opacar su imagen.
Viana piensa en grande, sus propuestas van desde crear un ferrocarril desde Omoa hasta Trujillo a construir un hospital por cada departamento de Honduras; para los ciudadanos que lo escuchan este tipo de promesas puede resultarles difíciles de creer que se cumplirán, sobre todo a los periodistas que lo entrevistan a quienes les promete un medio de comunicación cuando sea presidente.
Su pensamiento está fuertemente ligado a ideas de gobernantes hondureños como Francisco Morazán que anhelaba “ ver unida a Centroamérica”.
También es de la idea de que “ Comayagua está repuntando a volver a ser la capital así como va”, refiriéndose a la economía que se mueve en esa zona.
Es innegable que Viana posee un liderazgo innato - como el de Lempira-, es un empresario de San Pedro Sula que se dedica a asesorías y servicios económicos y cree tener las competencias académicas necesarias para optar a la presidencia de Honduras.
De hecho sus ojos son más inquietos cuando habla de lo afortunado que fue por tener a ambos progenitores a su lado y servirles hasta el últimos aliento de sus vidas.
“Yo los despedí a los dos cuando fallecieron frente a mí por causa natural de su enfermedad y créame de que también yo siento que cumplí también las etapas de hijo a padre donde Dios está viendo todo nuestro accionar”, reveló Viana.
Su padre Max realizó importantes aportes en la zona porteña de Honduras, como uno de los fundadores de La Noche Veneciana, un desfile acuático de barcas iluminadas con luces que culmina la feria de Puerto Cortés.
El legado de su padre se extiende hasta el estadio Excélsior, el Club Deportivo Platense y la primera carretera que une a San Pedro Sula con Cortés.
Viana continúa con los pasos de su progenitor: “Yo soy el creador del logotipo de la (Empresa Nacional) Portuaria, el famoso timón; hay muchas organizaciones de transporte que yo logré organizar, como también varias cooperativas de ahorro y crédito allá en Puerto Cortés, hay una cooperativa solo de mujeres, o sea que hemos dado en diferentes campos nuestros conocimientos”.
Si hablamos de vida personal, Viana ha estado casado durante 33 años con su esposa María Ester Perdomo, con quien tiene cinco hijos.
El nombre de algunos de sus hijos están compuestos por el de él (Lempira) y el de su esposa Ester, por ejemplo, su primogénita se llama Eslem y otro de sus hijos se llama Lemter.
Los balances y los presupuestos captaron su atención e ingresó a trabajar en una institución bancaria.
Luego se dio cuenta que deseaba ser economista y estudió esta carrera en el Centro Universitario Regional del Norte (CURN), conocido hoy como la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula ( UNAH-VS).
Trabajó durante 11 años para la entidad financiera; llegó a ser gerente, la institución estaba interesada en capacitarlo y se le dio la oportunidad de estudiar una maestría en la Universidad La Salle de Argentina.
Al conocer Argentina quedó admirado de lo avanzado que estaba en muchas áreas y sintió anhelo porque Honduras se desarrollará de la misma forma.
La maestría le permitió ser catedrático en la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH), una faceta que recuerda con cariño porque se encuentra a sus alumnos que le dicen “¡Adiós, profe!”.
Ha sido asesor económico en un bufete de San Pedro Sula durante 20 años y está listo para “ser presidente con mi formación, con mi experiencia, nosotros vamos a dar respuesta a este país”.
Sin embargo, quedó decepcionado de este partido porque le pidieron un millón de lempiras para inscribirlo, para él fue el reflejo de que “en los partidos tradicionales para ser un buen candidato y triunfar, hay que aportar un buen capital y la política”.
En el 2016 intentó inscribir a su partido Liderh -que denominó así como idea de su esposa Ester- para las elecciones generales del 2017, pero el extinto Tribunal Supremo Electoral (TSE) lo rechazó a su criterio debido a que no le quiso “poner a la reelección”.
Un año después apostó a ganar la alcaldía, pero esta vez por medio del partido Alianza Patriotica de Honduras (APH) del general Romeo Vásquez Velásquez. No ganó este puesto, pero sí el de regidor.
Por fin, en el 2020 logró inscribir a Liderh ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), junto a dos partidos más el 7 de septiembre del 2020.
Viana se presenta con el lema de “ con Lempira no hay mentira” y sus expectativas para las elecciones del 28 de noviembre del 2020 es que escuchen sus propuestas.
Su visión de país se la dio la experiencia como economista, para él Honduras es como una empresa y se tiene que unir “a través de la parte política que somos todos los hondureños”.
Su perspectiva, ya sea que gane él o alguien más, es que “todos los hondureños somos socios de Honduras como empresa y cada cuatro años nombramos un gerente, pero este gerente nos tiene que dar cuentas”.
Viana no es cualquier candidato, su destino estaba sellado el día que su padre decidió darle dos nombres de caciques que lucharon a muerte por sus pueblos.
En las elecciones generales del 28 de noviembre del 2021, Lempira Cuauhtémoc Viana batallará junto a su partido Liberación Democrática de Honduras (Liderh) por la soberanía de Honduras y -tal como lo hizo Lempira- deberá enfrentarse a una fuerza similar a los españoles que le ganan en fortaleza y tamaño.
Sus orígenes son la representación de dos culturas latinoamericanas mezcladas, su padre Max Viana nació en México y años más tarde Honduras le abrió los brazos, a principios del siglo XX, cuando las bananeras comenzaron contrataciones en la zona norte.
Max, enamorado de las historias ancestrales de ambos países, decidió llamarle Lempira en honor al cacique lenca que luchó por el territorio hondureño y cuyo nombre significa ' Señor de la Sierra'.
Su segundo nombre le fue dado en representación al guerrero mexicano de Tenochtitlán: Cuauhtémoc (águila que desciende), quien murió a manos de Hernán Cortés por no revelar el escondite de los tesoros de su pueblo.
Viana es una persona tranquila que no necesita de mucho para mantener una conversación fluida, la necesidad de expresar su opinión de diferentes situaciones del país es casi como un don o una pasión.
A pesar de la rectitud que en él se observa fue denunciado por los pobladores de la residencial Andalucía de San Pedro Sula por querer adueñarse de las áreas verdes de esta comunidad, lo que para él es un tema inventado para opacar su imagen.
Viana piensa en grande, sus propuestas van desde crear un ferrocarril desde Omoa hasta Trujillo a construir un hospital por cada departamento de Honduras; para los ciudadanos que lo escuchan este tipo de promesas puede resultarles difíciles de creer que se cumplirán, sobre todo a los periodistas que lo entrevistan a quienes les promete un medio de comunicación cuando sea presidente.
Su pensamiento está fuertemente ligado a ideas de gobernantes hondureños como Francisco Morazán que anhelaba “ ver unida a Centroamérica”.
También es de la idea de que “ Comayagua está repuntando a volver a ser la capital así como va”, refiriéndose a la economía que se mueve en esa zona.
Es innegable que Viana posee un liderazgo innato - como el de Lempira-, es un empresario de San Pedro Sula que se dedica a asesorías y servicios económicos y cree tener las competencias académicas necesarias para optar a la presidencia de Honduras.
Legado en Puerto Cortés
Viana tiene 65 años -nació el 23 de noviembre de 1955-, su infancia fue relativamente pacífica, siempre fue apoyado con sacrificio por sus dos padres en sus diferentes etapas educativas.De hecho sus ojos son más inquietos cuando habla de lo afortunado que fue por tener a ambos progenitores a su lado y servirles hasta el últimos aliento de sus vidas.
“Yo los despedí a los dos cuando fallecieron frente a mí por causa natural de su enfermedad y créame de que también yo siento que cumplí también las etapas de hijo a padre donde Dios está viendo todo nuestro accionar”, reveló Viana.
Su padre Max realizó importantes aportes en la zona porteña de Honduras, como uno de los fundadores de La Noche Veneciana, un desfile acuático de barcas iluminadas con luces que culmina la feria de Puerto Cortés.
El legado de su padre se extiende hasta el estadio Excélsior, el Club Deportivo Platense y la primera carretera que une a San Pedro Sula con Cortés.
Viana continúa con los pasos de su progenitor: “Yo soy el creador del logotipo de la (Empresa Nacional) Portuaria, el famoso timón; hay muchas organizaciones de transporte que yo logré organizar, como también varias cooperativas de ahorro y crédito allá en Puerto Cortés, hay una cooperativa solo de mujeres, o sea que hemos dado en diferentes campos nuestros conocimientos”.
Si hablamos de vida personal, Viana ha estado casado durante 33 años con su esposa María Ester Perdomo, con quien tiene cinco hijos.
El nombre de algunos de sus hijos están compuestos por el de él (Lempira) y el de su esposa Ester, por ejemplo, su primogénita se llama Eslem y otro de sus hijos se llama Lemter.
Una vida dedicada a la economía
Cuando era un adolescente fue influenciado por la figura de su hermano, quien trabajó por mucho tiempo en una institución internacional como economista y Viana decidió ir por el mismo camino al estudiar para ser perito mercantil y contador público.Los balances y los presupuestos captaron su atención e ingresó a trabajar en una institución bancaria.
Luego se dio cuenta que deseaba ser economista y estudió esta carrera en el Centro Universitario Regional del Norte (CURN), conocido hoy como la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula ( UNAH-VS).
Trabajó durante 11 años para la entidad financiera; llegó a ser gerente, la institución estaba interesada en capacitarlo y se le dio la oportunidad de estudiar una maestría en la Universidad La Salle de Argentina.
Al conocer Argentina quedó admirado de lo avanzado que estaba en muchas áreas y sintió anhelo porque Honduras se desarrollará de la misma forma.
La maestría le permitió ser catedrático en la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH), una faceta que recuerda con cariño porque se encuentra a sus alumnos que le dicen “¡Adiós, profe!”.
Ha sido asesor económico en un bufete de San Pedro Sula durante 20 años y está listo para “ser presidente con mi formación, con mi experiencia, nosotros vamos a dar respuesta a este país”.
Inicios en la política
Incursionó en la política en las elecciones primarias del 2013 con el apoyo del economista, analista, político y catedrático Anibal Delgado Fiallos (1936-2013) en la corriente de los liberales.Sin embargo, quedó decepcionado de este partido porque le pidieron un millón de lempiras para inscribirlo, para él fue el reflejo de que “en los partidos tradicionales para ser un buen candidato y triunfar, hay que aportar un buen capital y la política”.
En el 2016 intentó inscribir a su partido Liderh -que denominó así como idea de su esposa Ester- para las elecciones generales del 2017, pero el extinto Tribunal Supremo Electoral (TSE) lo rechazó a su criterio debido a que no le quiso “poner a la reelección”.
Un año después apostó a ganar la alcaldía, pero esta vez por medio del partido Alianza Patriotica de Honduras (APH) del general Romeo Vásquez Velásquez. No ganó este puesto, pero sí el de regidor.
Por fin, en el 2020 logró inscribir a Liderh ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), junto a dos partidos más el 7 de septiembre del 2020.
Viana se presenta con el lema de “ con Lempira no hay mentira” y sus expectativas para las elecciones del 28 de noviembre del 2020 es que escuchen sus propuestas.
Su visión de país se la dio la experiencia como economista, para él Honduras es como una empresa y se tiene que unir “a través de la parte política que somos todos los hondureños”.
Su perspectiva, ya sea que gane él o alguien más, es que “todos los hondureños somos socios de Honduras como empresa y cada cuatro años nombramos un gerente, pero este gerente nos tiene que dar cuentas”.