El derecho a encabezar la candidatura presidencial, los sentimientos encontrados en materia ideológica y el factor tiempo constituyen los principales obstáculos a vencer en las negociaciones para conformar una alianza política opositora.
Si el Partido Liberal entra a la negociación, estas serán más complicadas y engorrosas porque varios de sus dirigentes ya anticiparon que, por tratarse de un partido histórico que da muestras de recuperación, merece encabezar la fórmula presidencial.
Si bien es cierto que quien sea electo (a) candidato presidencial tendrá más compromisos con la alianza que con su partido, está claro que a la hora de repartir los cargos públicos prevalecerá más el criterio partidario que otra cosa. Además, la historia registrará al partido que encabezó la alianza, no precisamente a esta como tal.
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Por ahora, los partidos Libertad y Refundación (Libre), Partido Anticorrupción (Pac) y Partido Innovación y Unidad (Pinu) ya tienen verbalmente conformado el acuerdo político.
“Estamos impulsando un cambio real, un cambio de actitud y de mentalidad, basado en principios y valores, como la honestidad, la integridad, el amor patrio”, dijo Guillermo Valle, presidente del Pinu.
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Nasralla, según los entendidos, atraería el voto joven y posiblemente a parte del voto independiente, pero tiene la desventaja de que es muy emotivo y comete ligerezas al momento de aludir a personas y a instituciones.
Xiomara, entre tanto, tiene la ventaja de que ya probó su caudal, tanto en dos elecciones primarias como en las generales pasadas.
En el caso de que sea cierto que el expresidente Zelaya, líder del partido Libre, le ofreció la candidatura presidencial a Nasralla, ¿hasta qué punto este político estaría dispuesto a cederla?
Luis Zelaya desde antes de las primarias dejó entrever su disposición de entrar a la alianza, y después de los comicios afirmó que por ahora se dedicará a unir a su partido y a escuchar sus puntos de vista respecto al acuerdo al que quiere llegar la oposición.
A Nasralla le agrada que en el Partido Liberal haya ganado Zelaya. “Es interesante el triunfo de Zelaya”, dijo.
Luego advirtió la influencia negativa que sobre él pueden ejercer algunos dirigentes liberales que han dado muestras de no compartir la alianza. Pero, además, Zelaya es un candidato que atrae a los independientes y hace contrapeso a Nasralla.
El más claro con el papel que pueda jugar su partido ha sido Elvin Santos, expresidenciable y candidato a diputado por la corriente de Gabriela Núñez.
“Ahí no hay alianza. ¿Qué es lo que se están uniendo, para hacer qué?”, se preguntó. Luego afirmó: Lo que hay en los partidos Libre, Pac y Pinu “es una manipulación política”.
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En el Partido Liberal “tenemos una doctrina y un estamento jurídico fuerte. Nosotros no podemos unirnos a algo”, enfatizó Santos. Xiomara Castro no rechaza ni acepta por ahora ceder la candidatura.
“Nosotros no podemos definir si queremos o no (a Luis Zelaya de candidato de la alianza), esa es una decisión que se va a tomar en mayo, lo importante es que venga con la humildad necesaria que el pueblo demanda en este momento, así como lo estamos haciendo nosotros, deponer nuestras aspiraciones como lo ha hecho Salvador, como lo ha hecho Guillermo Valle, en una forma muy clara en beneficio del pueblo hondureño”.
Por lo que se ve, a los partidos de oposición no les agrada que algunos dirigentes liberales exijan desde ya la candidatura presidencial sin ni siquiera haber tomado la decisión de sumarse al proyecto político.
El expresidente Zelaya dio a entender que la candidatura presidencial no se la ha ofrecido a nadie. “El candidato debe salir de un acuerdo, de una estrategia, que aún no está diseñada”, afirmó.
+Xiomara es la candidata de Libre
Lo que sí está claro es que las negociaciones serán más expeditas con el Partido Liberal desde el momento en que la candidatura y la presidencia del Consejo Central Ejecutivo (CCEPL) las ganó un hombre nuevo en política, que tampoco ha pasado por puestos públicos.
Todo dependerá de él, de sus decisiones personales y de su capacidad de persuadir al grupo de dirigentes liberales que le rodean, que -por ahora- dan muestras de su poco interés de reconciliarse con los conductores del partido Libre, por lo ocurrido en la crisis de 2009.
La parte ideológica también puede ser un obstáculo para los intereses de la alianza. ¿Podrá un militante de Libre darle el voto a Luis Zelaya si a este lo rodea Roberto Micheletti?, se preguntó el analista Julio Navarrro.
O la gente de derecha del Partido Liberal ¿le dará el voto a Xiomara Castro?
El presidente del Pinu, Guillermo Valle, declaró a EL HERALDO: “La alianza no es de ideologías ni de dogmas partidarios”.
