Mohamed Salah está en plena carrera para llegar en forma al primer partido de Egipto en el Mundial, el viernes contra Uruguay, e incluso sus rivales desean que el astro del Liverpool pueda interpretar algún rol en Rusia-2018.
El concurso del estelar delantero egipcio, que se está recuperando de una lesión en el hombro, se antoja crucial de cara a las esperanzas del combinado norteafricano en un Grupo A aparentemente débil, integrado también por los anfitriones y Arabia Saudita.
Egipto juega contra Uruguay, el 'tapado' de algunos, en Ekaterimburgo en el segundo día del torneo, después de que Rusia enfrente a Arabia Saudita en el cruce inaugural este jueves.
Salah, que cumplirá 26 años el día del partido, dio una alegría enorme a 100 millones de fervorosos egipcios este miércoles, cuando se unió a una sesión de entrenamiento en la base de Grozni.
Había estado marginado desde el 26 de mayo, cuando sufrió una lesión en la final de la Liga de Campeones con el Liverpool ante el Real Madrid, lo que generó serias dudas sobre su participación en el Mundial.
Salah realizó este miércoles una serie de ejercicios de calentamiento con sus compañeros, pero los oficiales del equipo egipcio apenas despejaron dudas.
'Hay un buen nivel de progreso, pero no hay una decisión definitiva sobre si participará, ya que estamos siguiendo su caso día a día', dijo el director del equipo, Ihab Lahita.
El entrenador de Egipto, el argentino de 62 años Héctor Cuper, realizará una conferencia de prensa previa al partido el jueves, pero parece que quiere ver a Salah nuevamente antes de tomar una decisión sobre si el jugador está preparado para enfrentar a Uruguay, que presenta la doble amenaza de Luis Suárez y Edinson Cavani en ataque.
Lo más probable es que Salah, uno de los mejores jugadores de la temporada, y que impulsó al Liverpool a la final de la Champions, esté en el banquillo el viernes.
El sueño mundialista de Salah quedó en suspenso en el momento en que el capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, lo derribó, forzando su prematuro abandono de la final entre lágrimas.
Cúper ha intentado relativizar la noción de que Egipto es un equipo de un solo hombre pero, con 44 goles en todas las competiciones esta temporada con el Liverpool, la inoportuna lesión de Salah se ha convertido en obsesión nacional.
Salah también es considerado serio candidato para el Balón de Oro por su espectacular temporada debutante en Anfield, junto al argentino Lionel Messi, el portugués Cristiano Ronaldo y Neymar, de Brasil. El portero uruguayo Fernando Muslera expresó la esperanza de que Salah juegue contra los sudamericanos.
'Me gusta que jueguen los mejores jugadores. Entreno con los mejores y quiero que jueguen los mejores', dijo Muslera.
Egipto, un equipo sin lujos que juega al contraataque bajo el astuto Cuper, enfrenta a Rusia el martes próximo y a los saudíes el 25 de junio, en su último partido de grupo.
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