Costa Rica logró dos triunfos diplomáticos ante la Corte Internacional de Justicia frente a su vecina Nicaragua por disputas de límites territoriales.
Aunque Managua había logrado triunfos ante Colombia y Honduras, frente a la diplomacia costarricense cosechó derrotas ya que no impuso su visión expansionista, como lo define el gobierno de San José.
Igualmente peligroso fue la amenaza del presidente Daniel Ortega de reclamar la provincia costarricense de Guanacaste, de 10,140 kilómetros cuadrados, si San José continuaba con su estrategia de llevar cualquier diferencia ante la corte de La Haya, con sede en Holanda.