Esa obsesión fue satisfecha el viernes 6 de septiembre ante más de 90 mil personas que llegaron al coloso de Santa Úrsula.
Los mexicanos llevaban un punto de ventaja y una derrota dejaba a la Bicolor en posición comprometida en la tabla de la hexagonal final.
La cuesta se hizo más empinada después del gol de Oribe Peralta apenas al minuto cinco y de una mala presentación catracha en el primer tiempo.
Pero todo cambió en el complemento y en tan solo dos minutos, Jerry Bengtson y Carlo Costly pusieron de rodillas al tal gigante de Concacaf y rompieron una mala racha que empezó en el año cero del fútbol.
Y para echarle más sal a la herida, el 22 de octubre, un gol del catracho Jerry Palacios, esta vez con la camisa del Alajuelense de Costa Rica, fue suficiente para que los Rojinegros dejaran eliminado al América de la Concachampions, siempre en el mismísimo Estadio Azteca.