TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Que un millón de jóvenes no tenga acceso a empleo y estudio, es un eslabón para que puedan caer en las maras y pandillas o que migren del país.
Así lo explicó Alejandro Kaffati, economista y oficial de Política Limpia del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).
“Este es un fenómeno que no solo se vincula con las faltas de oportunidades, sino un fenómeno que implique en los niveles de inseguridad y migración del país”, dijo.
Agregó: “Ante la falta de oportunidades para trabajar o acceso al estudio, los jóvenes se ven más vulnerables para las maras, pandillas y crimen organizado”.
Kaffati asegura que este fenómeno es por falta de políticas claras, pero la situación se puede revertir.
En tanto, las autoridades gubernamentales tienen la posibilidad de reivindicar ante el pueblo y comenzar a cambiar este rumbo, sin embargo, en los próximo años se pronostica más sombrío que el corriente 2023.
