Tegucigalpa, Honduras
Lo que comenzó hace casi dos años como un proyecto prometedor para combatir y arrancar de raíz el lastre de la corrupción en Honduras, ahora es una verdadera telenovela cuyos protagonistas son un peruano y un uruguayo.
El pasado 22 de febrero de 2016, la expectativa de los hondureños estaba centrada en la presentación de los 13 funcionarios que integrarían la denominada Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih), dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Sin embargo, a cuatro días de que se cumpla el segundo aniversario de la instalación de la Maccih, lo que se tiene es un pleito que ha tomado tintes casi personales entre el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, y el ahora exvocero de la Misión, el peruano Juan Jiménez Mayor.
El pleito entre ambos personajes parece tener su origen hace unos seis meses atrás, en agosto de 2017, fecha en la que conversaron por última vez. Pero todo se agudizó el pasado jueves 15 de febrero cuando en horas de la noche Jiménez Mayor anunció su “renuncia irrevocable” al cargo, pero no sin antes dejar al descubierto la áspera relación que mantenía con el secretario Almagro.
Acusaciones de desplantes surgieron de parte de Jiménez pues en la carta en la que notifica a la sociedad hondureña sobre su renuncia asegura que Almagro ni siquiera lo recibió en Washington cuando viajó presuroso a quejarse por la reforma que el Congreso Nacional había hecho a la Ley de Presupuesto y que fue llamada por él como el “pacto de la impunidad”.
¿Maccih sin resultados?
A esta situación se sumó la carta enviada por el secretario general al presidente Juan Orlando Hernández ante la situación judicial que enfrenta el expresidente guatemalteco Álvaro Colom, quien fue aprehendido la semana pasada en su país por presuntos actos de corrupción. El exmandatario chapín iba a coordinar la instalación en el país de una mesa para tratar el tema de las reformas políticas.
“Al respecto quisiera sugerirle que en tanto no exista una decisión judicial definitoria sobre la situación del presidente Álvaro Colom, los trabajos que hemos acordado realizar continúen siendo llevados adelante por parte del equipo de la Secretaría General”, dice parte de la misiva.
Sin embargo, sobre el desempeño de la Maccih agrega que “Estimamos que, asimismo, será necesario fortalecer el funcionamiento de la Maccih dado que a pesar de haber tenido recursos y plena libertad de acción por parte de la Secretaría General no ha sido capaz de arrojar los resultados en cuanto a investigaciones y procesamientos por casos de corrupción que hubiéramos deseado y que le debemos al pueblo de Honduras”.
Este último fue el punto que más causó molestia en Jiménez Mayor y que desembocó, finalmente, en su intempestiva renuncia.
“Debo lamentar la falta de comunicación personal del señor Almagro con el jefe de esta Misión desde agosto de 2017. Esta tuvo su mayor expresión al no recibirme el pasado 30 de enero pese a saber que había viajado para reunirme con él e informarle sobre la situación actual de la Misión”, señaló el exvocero en la carta.
Se quejó de que ninguna de las decisiones administrativas que exigían celeridad para el buen funcionamiento de la Misión se han tomado oportunamente.
“Aquí en el terreno nosotros no tenemos la información presupuestaria ni financiera, no sabemos si las actividades previstas están financiadas y si lo están estamos a merced de la velocidad de la sede de la OEA y sus prioridades”, lamentó.
VER AQUÍ LOS CORREOS CRUZADOS ENTRE ALMAGRO Y JIMÉNEZ MAYOR
“Faltas graves a la verdad”
Pero el culebrón no paró ahí y en su carta de respuesta, Almagro comentó que “en algo muy típico de su gestión, Jiménez presentó la renuncia en una nota dirigida a mi persona y en otra dirigida al público en general expone las razones de la misma”.
Señaló que “lamentablemente, las razones expuestas adolecen de faltas graves a la verdad, tales como que no fue recibido por mí en su última visita cuando tenía dos veces audiencias pactadas”.
En su documento, Almagro también reveló que encargó al inspector general de la OEA realizar un informe sobre la gestión del vocero de la Maccih. “Respecto a cómo Jiménez ejerció el liderazgo de la Maccih estaremos a lo que señale el informe del inspector general de la OEA respecto a las denuncias de irregularidades administrativas, malas prácticas y mal funcionamiento dentro de la Maccih”.
Jiménez publica correos
La noche del viernes, Jiménez Mayor dejó evidenciado que las diferencias con su exjefe Almagro parecieran haber tomado un tinte casi personal, pues reveló dos correos electrónicos dirigidos el 14 de junio de 2017 a una funcionaria de la OEA de nombre María Fernanda en los que muestra su malestar por la contratación del mexicano Jacobo Domínguez, quien era el asesor en política electoral.
“María Fernanda: Leo con sorpresa que el señor Domínguez será contratado con fondos de la Maccih. Quiero mencionarte que no estoy de acuerdo con disponer de fondos de la misión para financiar a alguien que no tendrá nada que hacer con la misión. Eso sería en cualquier país malversación de fondos, pues no hará nada para la misión”.
El correo publicado por Jiménez Mayor dice que “de otro lado, deberías saber cómo ha dejado este señor todo el proyecto de la ley de financiamiento. Simplemente no hizo NADA. Te pasaré un informe, pues yo me estoy encargando personalmente de todo, cargándome de ocho meses de inacción pese a instrucciones. Esa persona es un ‘político’ que solo acude a reuniones y tiene una producción de documentos nula (no tiene computadora en su oficina). Aquí en la misión todos incómodos con su presencia y felices que se vaya. Siento muchísimo que estés en medio de todo esto. Parece que algunos olvidan que esta es una misión contra la corrupción”.
Pleito en Twitter
A los dimes y diretes casi personales entre Almagro y Jiménez se sumó un actor más: el director de Transparencia Internacional, José Ugaz.
Este arremetió en su cuenta de Twitter indicando que “Desconcertante actitud del SG de OEA. Almagro, en inexplicable movida deja sin piso a la Maccih a la que no apoyó en Honduras. Justo ahora que la comisión ha denunciado a altos funcionarios y empieza a tener resultados!”.
En otro tuit dijo: “Renunció Juan Jiménez a la jefatura de la Maccih. Señala responsabilidad de Almagro por falta de apoyo y no proveer recursos para contar con el staff mínimo que requiere la comisión para quebrar la impunidad y luchar contra la corrupción. ¿Qué intereses hay detrás?”.
¿Denuncias de acoso?
Ante esta última aseveración de Ugaz, Almagro respondió a través de la misma red social diciendo que: “@JoseUgazSM el interés primordial de la SG de @OEA_oficial es que @OEA_MACCIH logre resultados significativos y proceda con rigurosidad. X eso he solicitado la intervención del Inspector General de #OEA frente a denuncias de infiltración y acoso, algo que el ex vocero no hizo”.
Agregó que “Mantener @OEA_MACCIH como estaba era mantener la impunidad como está. Lejos de debilitar la #MACCIH entiendo que al aceptar la renuncia de su amigo se podrá reencauzar la Misión xa satisfacer las expectativas de la sociedad de #Honduras como lograr eficiencia en investigaciones xa alcanzar una depuración 2 años postergada del sistema político, y los avances institucionales y legislativos que el ex vocero reconoce no pudo alcanzar en forma eficiente y profesional”.