TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Tras oficializar su renuncia y presentar sus justificaciones al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, la vocera de la Misión de Apoyo contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (Maccih), Ana María Calderón, habló en exclusiva con EL HERALDO sobre los avances y retos en materia de corrupción en el país. A continuación sus impresiones.
¿Qué balance hace de lo logrado hasta ahora por la Misión?
El balance es positivo, la Misión de acuerdo al convenio tiene cuatro líneas de acción, de estas dos se han cumplido en su totalidad por su naturaleza, una es la reforma de justicia penal puesto que se ha dejado implementado el Observatorio de Justicia Penal. La otra línea de acción es la de reforma de política electoral, allí se creó la Unidad de Política Limpia y dio soporte para la legislación correspondiente para la fiscalización de los partidos.
¿Y en cuanto a la División de Prevención y Combate a la Corrupción?
Se ha dado avances muy importantes, se ha generado un circuito anticorrupción tanto con jueces y fiscales certificados, se ha generado un nuevo modelo de trabajo de colaboración activa a través de los equipos integrados de Ufecic-Maccih, se ha capacitado a jueces, fiscales, procuradores, para darle mejores herramientas para su trabajo, se han hecho propuestas legislativas como por ejemplo un proyecto de compliance (buenas prácticas).
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¿Qué retos tiene el país en el combate a la corrupción?
Yo creo que después de la presencia de la Misión, el reto más importante es que se formule un plan anticorrupción que incluya no solamente el combate a la corrupción sino que la prevención de la corrupción y esto implica unas normas administrativas para generar las carreras de función pública, transparencia en las compras, que creo que en ese tema está avanzando el país, fortalecer la prevención es importante y también seguir con el fortalecimiento institucional de las entidades que se encargan del combate a la corrupción, el Ministerio Público, el Poder Judicial, el Tribunal Superior de Cuentas, todo esto se puede realizar si es que existe un marco normativo que se enfocan en combate integral de la corrupción.
¿Hay voluntad política en Honduras para combatir la corrupción?
El hecho que el gobierno haya firmado un convenio para que llegue una misión de cooperación internacional como la Maccih a Honduras es un indicio de voluntad política, cualquiera que hubiera sido la motivación. No todos los países convocan a la colaboración internacional.
¿Tiene el país instituciones sólidas para trabajar de forma independiente en la lucha contra la impunidad y corrupción?
Todavía falta por fortalecer las instituciones que no solamente debe centrarse específicamente en la lucha contra la corrupción. Yo pienso que las instituciones hondureñas requieren quizás modernizarse con miras hacia la transparencia de lo que se hace y lo que se realiza y he podido apreciar que hay pasos o avances con esa finalidad.
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¿Cómo valora el papel jugado por el fiscal general del Estado, Óscar Chinchilla?
Definitivamente el fiscal general ha sido un pieza fundamental, un socio invalorable para la Misión en cuanto al fortalecimiento del Ministerio Público y en especial para la creación de Ufecic. Los casos emblemáticos que han sido presentados no hubieran podido ver la luz si no se cuenta con la aprobación del fiscal general, debo destacar que el fiscal tiene un rol esencial como socio estratégico de la Misión.
¿Hubo presiones para interponer su renuncia?
Ninguna presión, esto es una decisión personal, yo lo conversé con el señor secretario general Luis Almagro el año pasado, estoy más de dos años y medio fuera de mi país y entonces me ha ocasionado algunas tareas que quedaron pendiente desde 2017 y que debo cumplirlas este año. El secretario ha entendido mi petición y es un ciclo que se cierra, en lo personal ha sido trabajar en Honduras y me voy con tristeza, son dos años y siete meses y es tiempo que deba retornar a mi familia.
¿Quién queda a cargo de la Maccih?
Seguiré a cargo hasta el 31 de enero, cuento con el apoyo del juez internacional Marco Villeda que funge actualmente como coordinador interino de la División de Prevención y Combate a la Corrupción.
