Tegucigalpa, Honduras
Luego de que el Congreso Nacional (CN) acepte las renuncias de los cinco miembros del Consejo de la Judicatura, el próximo martes, deberá realizar un consenso para lograr 86 votos (mayoría calificada) y elegir a los nuevos concejales, de lo contrario la administración del Poder Judicial quedaría acéfala.
Julio Barahona, Francisco Quiroz, Liliam Maldonado, Celino Aguilera y Teodoro Bonilla presentaron su renuncia ante el CN el viernes pasado debido a las irregularidades encontradas por la Mesa Técnica Verificadora, que reveló despilfarros de fondos en la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
La Ley del Consejo de la Judicatura y la Carrera Judicial no contempla qué hacer cuando uno o todos los concejales renuncian a su cargos, por lo que las decisiones administrativas deberán esperar hasta que se elijan a los nuevos altos funcionarios, según explicó el presidente de la Asociación de Jueces por la Democracia, Mario Díaz.
Escenarios
La ley no permite al presidente de la CSJ y también presidente del Consejo de la Judicatura, Rolando Argueta, actuar o decidir por sí solo.
Si los diputados tardan en lograr el consenso, otra salidas sería la emisión de un decreto donde amplíen los poderes del presidente Argueta para administrar el Poder Judicial por su cuenta o que la responsabilidad recaiga sobre el pleno de la CSJ.
Sin embargo, dicha medida sería un retroceso para el Poder Judicial debido a que el objetivo de crear el Consejo en 2011 fue para separar el área administrativa de la jurisdiccional y agilizar el sistema de justicia.
Tanto jueces, magistrados, servidores judiciales y empleados del Poder Judicial, así como diversas organizaciones de sociedad civil y abogados litigantes, se oponen a la desaparición del órgano que administra la CSJ o concentrar nuevamente el poder en una sola persona.
Sin embargo, confían que en esta ocasión los diputados lograrán nombrar los nuevos concejales sin el dramático proceso que llevó elegir a los nuevos magistrados.