TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La esperanza de la pequeña Stephany de ser militar o piloto para sacar a su familia de la pobreza se complica, más cuando varios alcaldes del corredor seco se declararon sin presupuesto ni fuentes de empleo para los habitantes.
Stephany (nombre ficticio) vive en las entrañas de la pobreza en el corredor seco -una extensa área rural azotada por el cambio climático, con largos períodos de sequía-, justamente en Alubarén, uno de los municipios del sur de Francisco Morazán, pero mantiene intactos sus sueños para revertir su situación, los que confió con esperanza a EL HERALDO.
En busca de respuestas para Stephany, este rotativo consultó a varios alcaldes de la zona y la mayoría dijo estar en calamidad y no tener fondos para ayudar a su población y culparon al gobierno de no atender la emergencia.
Alcaldes desarmados
“Esto aquí es duro, trabajo no hay porque la sequía se volvió intensa y el invierno recién está comenzando”, dijo José Adán Méndez, alcalde de Liure, El Paraíso, uno de los municipios más afectados del corredor seco.
Este es un municipio de más de 16,000 habitantes y de ellos el 80% vive en pobreza y el 50% en pobreza extrema.
El alcalde contó que con lo único que puede apoyar a su población es regalándole un poco de arroz que “conseguí pidiendo ayuda internacional porque el gobierno aquí no apoya en nada”. “Hemos gestionado pero ellos no responden”.
El alcalde no desconoce que varias familias del corredor seco se quejan de que tampoco las autoridades locales llegan a ofrecer ayuda. “Yo he ido a ciertas comunidades, pero no a todas, lo que pasa es que si uno va, no puede ir con las manos vacías y en lo que va de este año el gobierno no nos ha transferido ni un cinco del presupuesto, entonces ¿cómo le ayudo a esta gente?”.
Para el alcalde lo único que les queda para contrarrestar esta situación “es andar pidiendo a organismos internacionales”.
Este municipio recibe cuatro millones y medio de lempiras trimestralmente. “Si uno llega donde la gente nos pueden linchar si vamos con las manos vacías”, detalló.
Este escenario también se repite en otros municipios del crítico corredor seco del país.
El alcalde de Texíguat, El Paraíso, Erick Mejía, también planteó que urge la ayuda del gobierno. Asimismo, que este año tampoco la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) ha llegado a estas zonas afectadas. “Es responsabilidad del gobierno lo que está pasando en los municipios del corredor seco”, sostiene.
Este municipio tiene una población de más de 12,000 habitantes, de ellos el 95% vive en la pobreza y el 30% está en condiciones de pobreza extrema.
La situación que viven los pobladores de este sector del país es casi la misma que el resto de municipios afectados por la sequía, donde las autoridades locales esperan que el gobierno escuche sus reclamos y solicitudes, de lo contrario tendrán que seguir buscando ayuda internacional.
Otro de los municipios más poblados y afectados del corredor seco es Pespire, Choluteca, donde las consecuencias de la sequía han tenido graves efectos y hay hasta desnutrición infantil, apuntó su alcalde Samuel Colindres.
El edil también se sumó a pedir ayuda internacional, puesto que las autoridades de gobiernos pasados y el actual no han cumplido. “Hay casas en las que las paredes son de nilón... Hay familias que las paredes de su casita son un plástico negro y me están pidiendo láminas, pero no hay cómo ayudarles”.
“Nosotros estamos solicitando 200 viviendas a través de una organización de Estados Unidos para ver cómo alineamos este asunto”, dijo.
La población de este municipio es de más de 30,000 personas y el 40% está en pobreza extrema. “Esperamos que las autoridades puedan ayudarnos con esta gente”.
En octubre de 2022 se firmó una carta de entendimiento entre la Secretaría de Agricultura y Ganadería, mediante la Dirección de Ciencia y Tecnología (Dicta), para implementar estrategias y acciones apropiadas que permitan a las familias y comunidades contar con los recursos y los conocimientos necesarios para fortalecer sus medios de subsistencia.
Sin embargo, en los municipios que visitó EL HERALDO como La Venta, Alubarén, Curarén y Texíguat, entre otros, afirmaron no recibir nada de parte de estas autoridades.
Este rotativo intentó comunicarse con Laura Suazo, titular de la SAG, para escuchar su versión ante la crítica situación que enfrentan estas comunidades del corredor seco, pero la respuesta que se obtuvo fue que ella se encuentra fuera del país.
La extrema pobreza de algunos habitantes en el corredor seco es evidente. Ahí miles de hondureños duermen en cartones, han comido hasta tomates podridos o, en el mejor de los casos, ciruelas y mangos. En la zona no hay empleo y están a la espera de la siembra de primera para poder tener granos básicos, al menos.