Tegucigalpa, Honduras
Solo cuatro meses de edad tiene el pequeño “Gabriel” y su hígado ya dejó de funcionar. El bebé requiere urgentemente de un trasplante.
El pequeño desarrolló cirrosis hepática, que es el mal funcionamiento del hígado. Las causas más frecuentes de la enfermedad crónica son el alcoholismo y la hepatitis B y C. Sin embargo, al menor se le desarrolló por una de las causas menos frecuentes.
“A mi hijo le descubrieron que tenía un quiste entre la vesícula biliar y el hígado, lastimosamente el quiste le ocasionó una infección y en la biopsia que le hicieron descubrieron que tiene cirrosis hepática”, declaró la madre del menor.
Cuando los médicos del Hospital Escuela Universitario (HEU) le dieron la dura noticia a Lilibeth Portillo, se le vino el mundo encima y se derrumbó.
Una solución sería que el bebé sea llevado a Costa Rica, donde le realicen la cirugía. Pero resulta que en Honduras no se pueden realizar trasplantes de hígado. La madre está dispuesta a donarle su órgano para que pueda seguir viviendo.
Pero el costo de la cirugía tiene un valor de 250 mil dólares, es decir 5.9 millones de lempiras.
“Hay médicos que están dispuestos a venir a operarlo al país, pero soy de escasos recursos, yo le pido a alguien que me pueda ayudar por favor”, exclamó llorando.
Actualmente el niño está conectado a una sonda que le hace drenar las sustancias tóxicas y su abdomen se inflama.
El niño ya fue dado de alta del HEU y está a la espera de un milagro para seguir viviendo.