TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Dos pequeños guerreros llegaron al mundo el pasado 26 de agosto en el Hospital Santa Teresa de Comayagua, desafiando todas las probabilidades y dispuestos a luchar. Estos bebés, siameses, nacieron compartiendo no solo un mismo cuerpo, sino también un solo corazón.
Los recién nacidos están estables, pero necesitan ser trasladados urgentemente al Hospital Escuela para recibir atención especializada.
“Es raro ver estos nacimientos en esta zona, nosotros como hospital ya días no teníamos un caso de esos, actualmente los niños están ingresados en una sala de neonatología y están en perfecto estado”, dijo Edwin Padilla, doctor del Santa Teresa.
La madre de los bebés es originaria del municipio de Las Lajas, Comayagua. El galeno explicó que la atención que reciben los menores es semejante a la de otros niños que no nacieron con la misma condición especial.
“La atención es casi similar en relación a la de los otros niños, los medicamento y líquidos se dan de acuerdo con el peso de los menores”, aclaró Padilla.
Características
Según la doctora Gisela Vallecillo, ginecóloga del Hospital Escuela, este padecimiento se detecta desde el embarazo, a través de un ultrasonido.
Sostuvo que los bebés comparten uno o más órganos vitales y nacen unidos por alguna parte del cuerpo, lo que complica su desarrollo y supervivencia.
En el caso de los pequeños nacidos en Comayagua, la unión incluye el corazón, un órgano que, al ser compartido, representa un desafío médico de gran envergadura.
La galena enfatizó que los cuidados prenatales son esenciales, con un diagnóstico temprano a través de ultrasonidos se puede detectar la condición y permitir la planificación de la atención médica necesaria.