Honduras

Carlos David siempre está con nosotros

Su padre, don Carlos Pineda, le hablaba a la tumba como si estuviera presente. Su hermana, Elia Pineda, lo describe como una persona excepcional. Su hermano Alejandro lo recordó en silencio.

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07.04.2014

Arriba, en el cielo, brillaba el astro rey. Abajo, en la tierra, al lado de la tumba de su hijo, el corazón de cada uno de los miembros de la familia Pineda Rodríguez estaba nublado. La tristeza, la desesperanza y el desconsuelo los invaden.

La familia se unió ayer en el cementerio San Miguel Arcángel para recordar el primer año del vil asesinato de Carlos David Pineda y su inseparable amigo Rafael Alejandro Vargas Castellanos.

Hasta ese sector llegaron los amigos de Carlos David, igual que sus padres y sus dos hermanos, a colocar arreglos florales sobre la tumba. Doña Aurora Rodríguez de Pineda, madre del desafortunado estudiante de la carrera de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), pasó la mayor parte del tiempo, rezando y pidiendo a Dios por el alma de su querido e inolvidable hijo.

“Junto a mi hija Elia, que es la mayor de mis hijos, le rezamos el rosario, mientras que mi esposo Carlos Pineda le hablaba como si estuviera presente, mientras que mi hijo menor, que es muy callado, creo que le hablaba en silencio”, manifestó a EL HERALDO doña Aurora Rodríguez.

La visita al cementerio la mañana de ayer, al cumplirse el primer año del vil asesinato a manos de miembros de la Policía Nacional, fue casi algo rutinario, pues desde el primer mes de su muerte, cada 22 lo han visitado y en algunas ocasiones le han celebrado misa en la iglesia Santa Teresa, ubicada en la colonia 15 de Septiembre.

“Cada vez que venimos al cementerio le decimos que lo amamos porque sentimos que espiritualmente siempre está con nosotros”, dijo la acongojada madre. Por su parte Elia Pineda Rodríguez, hermana de Carlos David, aseguró que ella no lo consideraba un hermano sino “un amigo incondicional”.

“Yo a Carlos lo describo como a mi mejor amigo porque aparte de ser mi hermano fue mi chofer, ya que me llevaba a todos lados, era mi consejero”, expresó Elia Pineda Rodríguez. Considera que Carlos David fue más que un hermano, por lo que si lo pudiera describir en una sola palabra diría que fue “excepcional”.

Comentó que en las últimas horas no pudo dormir, contrario al día que asesinaron a Carlos David, fecha en que se despertó cuando sus amigos andaban en busca de su hermano, después de que había sido asesinado de tres disparos en la cabeza.

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