TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La malaria es una enfermedad que continúa afectando al territorio hondureño y cada vez se vuelve más fuerte.
El año pasado y en los primeros cinco meses de 2023 se ha visto un aumento significativo de casos positivos por la enfermedad vectorial.
EL HERALDO realizó una solicitud de información SOL-SDS-3302-2023 a la Secretaría de Salud (Sesal) consultándoles los casos registrados en cada uno de los últimos cinco años (2018, 2019, 2020, 2021 y 2022).
El resultado arrojó que en el cierre de los primeros cuatro años las incidencias eran bajas, oscilaban entre 300 a 500.
Según cifras oficiales de la Sesal, en 2018 se reportaron 372 casos, en 2019 fueron 318, en 2020 la suma fue de 366, en 2021 las incidencias fueron 577, mientras que en 2022 el total fue de 3,501 enfermos.
Esa misma incidencia continúa para este 2023, pues solo en el primer trimestre se han reportado alrededor de 700 casos.
Asimismo, los departamentos más afectados por la malaria son Colón y Gracias a Dios.
Posteriormente, continúa la Región Metropolitana de Salud del Distrito Central, Islas de la Bahía y Yoro.
Combatir la enfermedad
Las autoridades sanitarias de Honduras y Nicaragua sostuvieron un acuerdo binacional para la implementación de acciones fronterizas que permitan la coordinación y colaboración para la eliminación de esta enfermedad.
La malaria es una enfermedad transmitida por un mosquito y ocasionada por cualquiera de cuatro diversos parásitos de la sangre llamados plasmodia.
Los síntomas de la afección son: fiebre, escalofríos, sudoración, malestar general y dolor de cabeza. En ciertos casos, puede producir insuficiencia renal o hepática, trastornos del sistema nervioso central y coma.
Las autoridades sanitarias recomiendan a la población que para evitar ser picado por el mosquito utilice repelente y camisas manga larga.