TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó ayer 91 observaciones preliminares de la visita in loco al país, a fin de verificar la situación de los derechos humanos.
Dentro de las observaciones preliminares expuestas por la delegación destacaron desafíos y avances en materia de desigualdad, pobreza, salud, educación y violencia.
Entre las recomendaciones, la CIDH estableció que ha observado una serie de problemas estructurales que han restringido la eficacia de los derechos humanos de la población y que aún persisten.
“El contexto hondureño se ha caracterizado por crisis de gobernanza recurrentes que han deteriorado el Estado de derecho y la capacidad institucional del Estado para garantizar los derechos humanos de su población. Desde el golpe de Estado se han verificado procesos electorales ampliamente cuestionados, seguidos de hechos de violencia e impunidad”, señala otra recomendación.
A la CIDH también le preocupan las altas cifras de muertes violentas de mujeres, violencia sexual, violencia doméstica e intrafamiliar y desapariciones, sumado a la persistente impunidad en estos casos y a la falta de acceso a la justicia de las víctimas. En otro apartado, reconoce la complejidad social, política, económica y cultural de la realidad hondureña en la que confluyen problemas estructurales de larga data junto con desafíos emergentes.
“En particular, observa la realidad con la que el nuevo gobierno se encontró en materia de pobreza, desigualdad, violencia e inseguridad ciudadana, incluida la violencia de género, la falta de independencia judicial, un limitado acceso a la justicia, impunidad, conflictividad territorial y el fenómeno generalizado de corrupción”, señala.
La delegación estuvo liderada por la presidenta de la CIDH, Margarette May Macaulay; Roberta Clarke, Carlos Bernal Pulido, Tania Reneaum Panszi, Patricia Colchero, María Claudia Pulido, Pedro Vaca y Soledad García Muñoz.
