La Comisión Depuradora rechazó este martes las declaraciones del candidato presidencial de la Alianza de la Oposición, Salvador Nasralla, sobre llevar a cabo un 'proceso de regresión' de los policías depurados en los últimos meses luego de denuncias de corrupción que fueron reveladas en una investigación de EL HERALDO.
'Muchos policías y militares que han sido depurados por la Comisión Depuradora deben ser sometidos al debido proceso, muchos de ellos fueron depurados por estar simplemente en contra de Juan Orlando Hernández”, manifestó el presidenciable esta mañana en el programa de debates Frente a Frente.
De igual forma dijo que “son personas que denunciaron los carteles del Partido Nacional y Partido Liberal y por eso fueron depurados de la Policía, fueron sacados de la Policía, ahí está el caso de Santos Orellana, cuando mencionó al hermano del presidente le dieron de baja deshonrosa, el no cometió ningún delito, solo conto los altos jefes de Honduras, ministros, exministros que estaban involucrados en el narcotráfico”.
El gobierno creó una comisión especial para depurar la Policía salpicada por el crimen organizado y el narcotráfico, incluso por participar como autores en crímenes como el caso del entonces director de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico, Julián Arístides González y el analista Alfredo Landaverde.
Otras investigaciones ha mostrado a los policías con vínculos con las estructuras criminales de las pandillas que han mantenido atemorizada a la poblicación.
Sobre los comentarios de Nasralla, la Depuradora hizo un llamado a la sociedad hondureña: 'Invitamos a los diferentes sectores de la sociedad hondureña, a las organizaciones de la sociedad civil, movimientos sociales, iglesias, sector productivo e instituciones académicas, a pronunciarse respecto a este intento de revertir los importantes logros obtenidos hasta la fecha en materia de reforma policial; es inadmisible quedarnos callados ante la irresponsabilidad de algunos políticos que en el marco de esta coyuntura electoral son capaces de echar por la borda procesos exitosos de transformación institucional que son un ejemplo en el mundo'.
Aquí el comunicado íntegro emitido por la Comisión Depuradora
La Comisión Especial para el Proceso de Depuración y Transformación de la Policía Nacional, en torno a recientes declaraciones de dirigentes políticos, candidatos a cargos de elección popular de la Alianza de Oposición, en los cuales aseguran que habrá un proceso de regresión en el proceso de reforma policial y que los oficiales, agentes y personal auxiliar que han sido cancelados en los últimos 19 meses de trabajo de esta instancia depuradora, retornarán al servicio público, tiene a bien dar a conocer al pueblo hondureño el siguiente posicionamiento:
PRIMERO.- En los últimos años, Honduras, estuvo sometida a la cruenta delincuencia y criminalidad que provocó múltiples muertes de que hizo que el país fuese considerado como el más violento del mundo; una tasa de homicidios de 86.5 por cada 100 mil habitantes, que actualmente se ha reducido a 42 por cada 100 mil habitantes, era el vivo reflejo del irrespeto a la vida y el ineficiente desempeño de las entidades dedicadas a prevenir el delito y darle persecución a quienes transgredían la Ley. El clima habilitante a las actividades ilícitas como el sicariato, extorsión y narcotráfico, era provocado –entre otras causas- por la permisibilidad y la tolerancia de una Policía Nacional en la cual existían algunos malos elementos que estaban coludidos con los facinerosos, y a la ausencia de capacidades institucionales que permitieran a los oficiales y agentes policiales cumplir a cabalidad con el mandato que les asigna la Ley.
SEGUNDO.- A partir del mes de abril de 2016, en el marco del decreto legislativo de emergencia aprobado por el Congreso Nacional, el Presidente de la República, nombró la Comisión Especial para el Proceso de Depuración y Transformación de la Policía Nacional, que enfrentó el problema de corrupción policial, impulsó una radical reestructuración del andamiaje orgánico de la entidad, evaluó exhaustivamente la idoneidad y confianza de los altos oficiales, agentes de escala básica y personal auxiliar, tanto de los que laboran en los diferentes organismos policiales y como los que trabajan en las distintas dependencias de la Secretaría de Seguridad, y promovió iniciativas de reforma en áreas claves para el desarrollo de capacidades institucionales de este cuerpo armado; estas acciones, generaron resultados nunca antes vistos en procesos similares a estos, como ser -entre otros- los siguientes:
1) Cancelación de 4,445 miembros de la Carrera Policial, Oficiales, Agentes y Personal Auxiliar, cancelados por diferentes razones.
2) Reforma del Sistema Educativo Policial a través del mejoramiento de la infraestructura y el equipamiento del Instituto Tecnológico Policial (ITP) en La Paz y en la Academia de Investigación Criminal (AIC) en Comayagua, a un costo mayor a los 15 millones de dólares.
3) Diseño de un nuevo Sistema de Investigación Criminal, con la creación de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), que opera de acuerdo a estándares internacionales y con personal debidamente certificado; es de hacer notar la puesta en operación de los dos nuevos Laboratorios de Criminalística en Tegucigalpa y San Pedro Sula, en los cuales se han invertido más de 25 millones de dólares en la construcción de obra gris y la dotación de moderno equipamiento.
4) Aprobación unánime por el Congreso Nacional de la nueva Ley Orgánica de la Policía Nacional y la Ley de la Carrera Policial, que fortalecen los diferentes organismos policiales, le dan sostenibilidad a la nueva estructura organizacional de la entidad, propician una profunda transformación del Sistema de Seguridad Pública en Honduras y establecen el régimen disciplinario adecuado, formaliza procedimientos que privilegien los méritos y el buen desempeño a la hora de otorgar ascensos y realizar nombramientos, y respetar los derechos y exigir los derechos que le corresponden a los integrantes de la Policía Nacional.
5) Instauración de un sistema permanente de evaluación, investigación y certificación de los recursos humanos, a través de la puesta en marcha de la Dirección de Asuntos Disciplinarios Policiales (DIDADPOL), dependencia desconcentrada de la Secretaría de Seguridad, con autonomía técnica, administrativa, financiera y operativa, a cargo de investigar las faltas muy graves y graves en que incurran los miembros de la Secretaría y de la Carrera Policial, para lo cual debe llevar a cabo todas las acciones y diligencias necesarias que acrediten la infracción cometida y la responsabilidad de los oficiales, agentes y personal auxiliar investigado, garantizando el derecho de defensa, con el fin de preservar la buena conducta, ética, integridad, disciplina, transparencia, legalidad y eficiencia de sus miembros.
TERCERO.- Después de los resultados alcanzados, sería catastrófico que todos estos avances en el proceso de reforma policial fueran revertidos y se bloquearan los planes en marcha para enfrentar los desafíos del mediano y largo plazo, que permitan consolidar la modernización de los diferentes organismos de la Policía Nacional de Honduras; pretender que las transformación institucional de la Policía Nacional tenga un punto de regresión va en contra de los intereses del Estado y de la población hondureña. Del mismo modo, resulta condenable la pretensión de reintegrar a los oficiales, agentes y personal auxiliar que han sido cancelados en el marco del proceso de depuración y reestructuración de la Policía Nacional, quienes luego de un riguroso método de evaluación se determinó que no son idóneos para continuar en el servicio policial por no adecuarse al nuevo diseño organizacional de la entidad o haber transgredido la ley y/o el régimen disciplinario vigente. Sera responsabilidad exclusiva de quienes impulsan estos planes retrógrados hacer que la Policía Nacional de Honduras, vuelva a la etapa oscura en la que se encontraba y –en consecuencia- provoque condiciones ideales para que el crimen organizado, las maras y pandillas, los carteles del narcotráfico y las redes de corrupción que afectan a la población, tal cual lo hacían en el reciente pasado.
CUARTO.- Invitamos a los diferentes sectores de la sociedad hondureña, a las organizaciones de la sociedad civil, movimientos sociales, iglesias, sector productivo e instituciones académicas, a pronunciarse respecto a este intento de revertir los importantes logros obtenidos hasta la fecha en materia de reforma policial; es inadmisible quedarnos callados ante la irresponsabilidad de algunos políticos que en el marco de esta coyuntura electoral son capaces de echar por la borda procesos exitosos de transformación institucional que son un ejemplo en el mundo de cómo pueden rediseñarse entidades públicas y generar cambios positivos en la lucha contra la delincuencia, criminalidad y corrupción, y que representan una esperanza para la población que por décadas estuvo sometida a los latigazos permanentes de los más violentos.
QUINTO.- Reiteramos nuestro compromiso de continuar con objetividad y decisión con el proceso de re-estructuración para dar paso al desarrollo de una nueva Policía Nacional, tal como nuestro país lo requiere, tal como nuestra nación lo demanda.