En el pasado, las 'jainas' eran consideradas débiles y eran utilizadas para engañar a la policía aprovechando su atractivo femenino para no levantar sospechas, lo mismo que sucede con los menores de edad.
Sin embargo, no todas las mujeres que son vinculadas a las pandillas pertenecen a una, esto es decisión de ellas o de su pareja.
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Para entrar a una 'clica' las féminas deberán elegir uno de tres pasos de 'iniciación' de la mara. Cualquiera que ella elija es denigrante.
Según la fundación Friedrich Ebert Stiftung, en una publicación de elfaro.hn, las opciones son:
Por amor, es decir, siendo pareja o novia de un pandillero. A este se le llama reclutamiento psicológico.
La segunda forma es recibir una fuerte golpiza. Esto dependerá de la mara, si es la MS-13 será de 13 segundos y si es el Barrio 18 serán 18 segundos. A este rito le llaman reclutamiento violento.
Y la tercera opción es la del sexo, a la joven le tocará sostener relaciones sexuales con varios miembros. Sin embargo, muchos de los pandilleros niegan que esto sea cierto.
Algunas de las mujeres han revelado que aceptar la paliza les genera un respeto a la mujer, porque sus 'compañeros' lo ven más 'digno'.
Es importante mencionar que los líderes mantienen un control total de las mujeres, su relación, redes sociales y sus vínculos.
Si una de las féminas les falla, deberán atenerse a las consecuencias. Pueden ser castigadas con una fuerte golpiza e incluso ser violadas por varios miembros de la pandilla.
Cabe mencionar que la alta participación de mujeres en el crimen organizado han llevado también a un alto índice de femicidios.