Muestras de consternación, repudio y condena ha generado en la comunidad internacional el asesinato de la ambientalista, Lesbia Yaneth Urquía Urquía (49), integrante del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) y compañera de la extinta lideresa lenca, Berta Cáceres Flores.
No solo los medios de comunicación del mundo han informado sobre este hecho violento suscitado en el municipio de Marcala, departamento de La Paz, sino también reconocidas personalidades y organizaciones internacionales que reaccionaron ante este crimen.
La dirigente comunitaria era una mujer muy reconocida entre los marcalinos considerada como una persona trabajadora y madre luchadora, quien siempre veló por el bienestar de sus tres hijos.
Urquía cursó sus estudios en la escuela de Niñas República de Honduras, luego egresó de Perito Mercantil y Contador Público en el Instituto Polivalente 21 de octubre, de la misma ciudad.
Después de graduarse de educación media se dedicó al comercio y en 1980 empezó a laborar como comerciante en unos pequeños puestos en el mercado municipal San Miguel.
Así como sus padres, la difunta defensora de derechos humanos construyó una casa hotel y unos apartamentos en el barrio Campo Colón en las cercanías del centro de salud del municipio.
