TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Exponiéndose a malos olores y ambientes poco agradables, cientos de niños hondureños se ven afectados por condiciones insalubres al carecer de tratamiento adecuado para aguas residuales en al menos 3,000 centros educativos.
Las estadísticas evidencian que la salud de los niños está en riesgo al exponerlos a bacterias y enfermedades; los estudiantes deben soportar hedor y entornos insalubres para recibir sus clases, expertos señalan que esas condiciones podrían llevar al ausentismo escolar.
De acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría de Educación, 3,102 centros educativos carecen de sistemas de tratamiento de aguas residuales en todo el país. Además, 7,091 utilizan pozos sépticos como método principal para el manejo de aguas negras.
Lo anterior evidencia que de los 12,000 centros educativos con los que cuenta Honduras, solo 1,807 disponen de sistemas de alcantarillado.
La mayoría de estas escuelas que carecen de este vital servicio se encuentran en regiones como Olancho, El Paraíso, Yoro, Choluteca y Francisco Morazán, donde la falta de infraestructura básica es más pronunciada.
Olancho presenta el mayor déficit; de los 1,145 centros educativos en la región, 239 carecen de acceso a agua potable, mientras que 628 operan sin energía eléctrica y solo el 7.16% de los centros tienen alcantarillado público.
Unos 598 centros utilizan pozos sépticos como solución provisional, mientras que 465 no cuentan con ningún tipo de tratamiento para sus aguas residuales.
Ausentismo escolar, problemas estomacales y otras enfermedades virales son a las que se exponen los menores asistiendo a clases bajo estas condiciones, según el analista Denis Cáceres.
“No solo es eso, hay un 30% de los centros educativos que ni siquiera tienen sanitarios, un sistema de saneamiento básico”, reprochó el experto.