Tegucigalpa, Honduras
La decisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) de designar al expresidente guatemalteco, Álvaro Colom, como representante en las mesas de trabajo con el gobierno de Honduras ha creado un ambiente de confusión entre algunos políticos y en la misma junta de convocantes, que esperan para las próximos horas a la misión exploratoria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Se creía que Colom venía exclusivamente a tratar el tema del impasse que ha surgido entre la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad (Maccih) y el Congreso Nacional (CN), por la reforma a la Ley de Presupuesto, supuestamente para liberar de responsabilidad a los diputados que habrían desviado subsidios.
Sin embargo, Colom declaró ayer que “el caso de la Maccih no lo hemos tocado todavía” y reveló que su presencia en Honduras será para abordar los asuntos de las reformas electorales en el cual espera “haya mucha tolerancia, pues creo que Honduras se merece vivir en tranquilidad, gobernabilidad y un espacio de conciliación”.
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Consultado en Lepaterique, el presidente Juan Orlando Hernández sobre la llegada de la OEA y de las Naciones Unidas a ayudar al diálogo se limitó a responder: “Bienvenidos”.
Primeras sesiones
Las Naciones Unidas ya confirmaron que enviarán una misión exploratoria para conocer “in situ” la situación política que vive el país, luego los representantes presentarán un informe a la Secretaría General a cargo de Antonio Guterres, quien posteriormente nombrará al facilitador del diálogo.
Se estima que la misión de la ONU llegará mañana o el fin de semana para comenzar sus reuniones el lunes con las partes involucradas, según lo dijo a EL HERALDO el presidente de la junta de convocantes, el padre German Cálix.
Si la OEA y la ONU llegan a Honduras con los mismos objetivos, los confrontados políticos tendrán dos instancias de mediación que ojalá, lejos de enredar el asunto, contribuyan a la pronta solución de las crisis que tiene su origen en los resultados de las elecciones generales.
El hecho de que la OEA haya estado abiertamente involucrada en el proceso electoral hondureño, a tal punto de que su secretario general, Luis Almagro, se haya pronunciado por una repetición de las elecciones ha generado cierta duda en algunos actores políticos sobre el papel que puede jugar el interlocutor Álvaro Colom.
“Pedimos que sean las Naciones Unidas por beneficio de los partidos, por beneficio del país; de Álvaro Colom no podemos hacer aseveraciones antes de verlo actuar, le damos la bienvenida”, expresó el secretario general del Partido Liberal, Octavio Pineda.
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No obstante, expresó que su partido preferiría que el diálogo lo promuevan las Naciones Unidas porque “serían un ente neutral”.
“Cuando se adhieren al diálogo personajes que son cercanos al país, o que pueden ser cercanos a los presidentes o expresidentes, siempre queda un hálito de duda y por lo tanto lo ideal sería que fuera una persona completamente neutral”, añadió.
Por su parte, el expresidenciable Salvador Nasralla declaró que “sería brutal que participara” Colom, porque como miembro de la Misión de Observación Electoral de la OEA fue testigo del “fraude electoral”
Sorpresa en la junta
El anuncio de la llegada de Colom con una misión parecida a la de la ONU ha generado cierta confusión y sorpresa en la junta de convocantes, instancia promovida por la Pastoral Cáritas Honduras.
“Lo sorprendente en este momento es que la Secretaría General nos envía al expresidente Colom de Guatemala que hace declaraciones contundentes en el sentido que viene a tratar sobre el diálogo para resolver el problema electoral y no necesariamente el problema que se suscitó entre gobierno y la Maccih”, dijo Olban Valladares, consultado por EL HERALDO.
“Tendremos dos plataformas que aparentemente son conciliables: las Naciones Unidas, que vienen a resolver la crisis que surgió a raíz de las elecciones y a establecer las bases del diálogo, y la OEA”.
Valladares no tiene claro “qué es lo que va a pasar, cómo trabajamos con las dos instituciones que se supone podrían traslapar sus intereses en temas que son producto del conflicto”. Para evitar que esto suceda el miembro de la junta de convocantes sugirió definir bien los campos de acción de la ONU y de la OEA. Para Valladares, lo de la OEA “es una confusa participación”.
“Pienso que el protocolo de las Naciones Unidas es más completo en este sentido y que puede ayudarnos a resolver la crisis y a resolver el marco para ayudarnos a resolver los problemas estructurales que tenemos”, dijo el entrevistado.
Su mayor deseo, apuntó, “es que no estuviéramos traslapándonos porque al traslaparnos nos vamos a atropellar, vamos a tropezar unos con otros y en la persecución de una solución rápida de la crisis más bien vamos a complicar las cosas”.
De su lado, el padre German Cálix, presidente de la junta de convocantes, en conversación con EL HERALDO, reveló sentirse un poco confundo por la presencia también de la OEA, pero expresó su disposición a trabajar igualmente con esta misión.
“Es es un poco confusa la posición de él porque creo que se le llama primero para establecer las mesas de diálogo en relación con la Maccih, que es supuestamente la carta enviada por el señor Presidente”, dijo el sacerdote.
Quien no está dispuesto a dialogar directamente con el presidente Hernández es el coordinador de la Alianza de Oposición, Manuel Zelaya.
“Nosotros no dialogamos con el tirano y el dictador, eso lo hemos dicho claramente y eso se va a sostener. Hoy tenemos un Presidente ilegal, usurpador de un cargo que no le corresponde y tomaremos decisiones sobre el camino que vamos a tomar”, dijo.
“Vamos a tener comunicación con los mediadores, cuando sean aceptados y tengan carácter vinculante, porque no queremos una burla que tuvimos con Óscar Arias de Costa Rica, que dijo restitución del Presidente y tengo nueve años esperando”, afirmó.
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