TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “¡Cacahuates, chicles, van las naranjas dulcitas a cuatro lempiras; aritos, cómpreme aritos a 20!”, se escucha el pregón de varios vendedores ambulantes entre el murmullo y los gritos de ¡adelante, adelante, que la lucha es constante!
Cualquiera creería que lo relatado se dio en una de las atestadas calles de Comayagüela, pero no... es el nuevo ambiente dentro del Congreso Nacional, donde desde el pasado viernes 21 de enero las bases del Partido Libertad y Refundación ( Libre), afines a al congresista Luis Redondo, tomaron el poder del otrora impenetrable hemiciclo.
“Bueno, aquí el Congreso está abierto a la gente, como podés observar en este momento (ayer), la gente se sube, se toma fotos, es un momento histórico; el Congreso está abierto al pueblo”, expresó el diputado de Libre Josué Fabricio Sandoval. Al consultarle si el ingreso desmedido de la gente al sitio destinado para la creación de las leyes que rigen este país era una falta de respeto, Sandoval respondió: “No, no. La falta de respeto se cometió hace 200 años cuando esto era un santuario de corruptos, de delincuentes, que vendieron al pueblo, dicen que valía más una burra que un diputado; anda una señora vendiendo donas por ahí, mirá la gente”.
El diputado electo para el periodo 2022-2026 aclaró que al momento de darse las sesiones plenarias, las cosas cambiarán y se darán en un marco protocolario y de respeto.
Uno de ellos es el doctor Carlos Alberto Umaña David, quien dejó su gabacha de médico para convertirse en legislador. “Estamos en una vigilia en pro de la democracia y el mandato popular junto a los hermanos del partido Libre”. Si bien es cierto, la cantidad de personas ajenas que han ingresado a ese recinto ha sido masiva, no han pasado de tomarse fotografías y sentarse en las sillas de los diputados; para la mayoría, cumpliendo un sueño que vieron lejos vivir algún día.
Cualquiera creería que lo relatado se dio en una de las atestadas calles de Comayagüela, pero no... es el nuevo ambiente dentro del Congreso Nacional, donde desde el pasado viernes 21 de enero las bases del Partido Libertad y Refundación ( Libre), afines a al congresista Luis Redondo, tomaron el poder del otrora impenetrable hemiciclo.
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“Bueno, aquí el Congreso está abierto a la gente, como podés observar en este momento (ayer), la gente se sube, se toma fotos, es un momento histórico; el Congreso está abierto al pueblo”, expresó el diputado de Libre Josué Fabricio Sandoval. Al consultarle si el ingreso desmedido de la gente al sitio destinado para la creación de las leyes que rigen este país era una falta de respeto, Sandoval respondió: “No, no. La falta de respeto se cometió hace 200 años cuando esto era un santuario de corruptos, de delincuentes, que vendieron al pueblo, dicen que valía más una burra que un diputado; anda una señora vendiendo donas por ahí, mirá la gente”.
El diputado electo para el periodo 2022-2026 aclaró que al momento de darse las sesiones plenarias, las cosas cambiarán y se darán en un marco protocolario y de respeto.
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La vigilia sigue
Una veintena de parlamentarios de los partidos Libre, Liberal y Partido Salvador de Honduras ( PSH), así como decenas se simpatizantes de Libre, se han mantenido en vigilia dentro y fuera del Congreso Nacional; las bases arguyen que es para evitar que Jorge Cálix y los diputados que le apoyan lleguen a instalarse al hemiciclo.Uno de ellos es el doctor Carlos Alberto Umaña David, quien dejó su gabacha de médico para convertirse en legislador. “Estamos en una vigilia en pro de la democracia y el mandato popular junto a los hermanos del partido Libre”. Si bien es cierto, la cantidad de personas ajenas que han ingresado a ese recinto ha sido masiva, no han pasado de tomarse fotografías y sentarse en las sillas de los diputados; para la mayoría, cumpliendo un sueño que vieron lejos vivir algún día.
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