TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La frase “no es la raza, es la crianza” se ha popularizado estos últimos días en las redes sociales, haciendo alusión a la idea de que los perros pitbull no son agresivos por naturaleza, sino el reflejo de sus dueños irresponsables.
La campaña ha traído a discusión el hecho de que antes de adquirir una mascota, sobre todo si de trata de perros grandes y fuertes, se debe estar preparado para ofrecerles las condiciones que necesitan para crecer sanos, felices y pacíficos.
Para empezar, hay que tener claro que lo ideal es hacerse de ellos cuando todavía son cachorros, porque de este modo se permite iniciar con el adiestramiento adecuado desde el principio.
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Y, en realidad, las recomendaciones son casi las mismas que con cualquier otra raza de perro. Decida con antelación a la llegada del nuevo miembro del hogar qué va a poder hacer y qué no.
Por ejemplo, si le permitirá subirse a los sofás o a las camas, dónde va a dormir... Toda la familia debe conocer y cumplir las reglas, ya que si actúan de distinto modo, el perro se sentirá confundido.
Un paso muy importante es socializar a su mascota desde los primeros meses con otros perros, personas, animales y entornos.
Este punto es esencial para que en un futuro pueda seguir relacionándose adecuadamente y no padezca conductas asociadas con el miedo o la agresividad.
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Asimismo, trate de crear un vínculo basado en entendimiento y nunca en el miedo o la imposición.
Si le castiga excesivamente, estará generando estrés en el perro y hará que esté más predispuesto a mostrar problemas de comportamiento.
