De esta forma el régimen del gobernante nicaragüense Daniel Ortega obstruyó el trabajo periodístico que iba a realizar un equipo de este rotativo.
Pese a que el periodista, fotógrafo y conductor cumplieron con todo el proceso y los protocolos debidos, las autoridades migratorias de esa frontera no justificaron la causa de la negación de entrada a la nación pinolera.
Se cumplió con el registro personal, desde el número de identificación hasta el motivo del viaje; el capitán Osman Saez, el segundo al mando en la estación migratoria, preguntó quién del equipo era periodista de EL HERALDO.
Aunque no hubo respuesta a la interrogante, desde la oficina que estaba detrás de la cabina de atención un elemento le pidió al periodista que entrara a la sala a justificar su estadía en Nicaragua tras haberse reunido con un grupo de agentes por varios minutos.
Estando en el interrogatorio, Saez, un hombre de al menos 40 años, intentó tomar el celular del periodista para verificar su contenido y, también, certificar que no se estuviese grabando.
Ante su intento fallido, pidió, pese al agravio, amablemente que se apagara el celular “porque esta conversación no puede ser grabada”.
Tras llenar un hoja de papel con los datos del periodista y de los integrantes del equipo, llegó el fotógrafo y el motorista para también ser consultados del porqué su presencia en suelo nicaragüense.
Expulsión
Después de 15 minutos, llegó también “el jefe” para anunciar que el equipo de prensa de EL HERALDO quedaba expulsado desde ese momento de Nicaragua.“Este tipo de ingresos no está permitido”, expresó sin especificar la causa.
Con la sentencia, los documentos personales fueron confiscados por unos veinte minutos para dejar un registro que impide al equipo ingresar a Nicaragua en el futuro, dijo un elemento que estaba observando la escena mientras decenas de personas hacían sus trámites.
Un hombre, de unos 65 años, escoltó al trío de trabajo a la salida (de la instalación migratoria como si se tratase de delincuentes) hasta el carro, validando su expulsión. Inmediatamente inició a grabar la salida de EL HERALDO del territorio de Nicaragua con su teléfono móvil.
Nicaragua se encuentra sumido en una grave crisis política, debido a que el gobierno de Ortega busca seguir gobernando después de las elecciones convocadas para el próximo 7 de noviembre.
La crisis en ese país centroamericano es tal que miles de nicaragüenses están cruzando la frontera hacia Honduras en busca de la vacuna contra la covid-19.
EL HERALDO planeó visitar Nicaragua, como en ocasiones pasadas, para informar sobre la previa de las elecciones generales fijadas para el próximo 7 de noviembre, así como el encarcelamiento de 39 opositores de Ortega, entre ellos siete candidatos a la presidencia, la cúpula de la empresa privada y periodistas.
Libertad de expresión
Desde junio la tensión aumentó en ese país cuando empezaron los encarcelamientos que, según testimonios, se debe al plan de Ortega para eliminar a todos sus contrincantes.La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) hizo un llamado 'urgente' en julio a organismos internacionales para 'restaurar las libertades en Nicaragua'.
La SIP presentó recientemente el segundo Índice de Chapultepec, donde Nicaragua figura como un país donde no existe el derecho fundamental de la libertad de expresión.
Por ejemplo, periodistas de la agencia AFP y Le Monde, de Francia, no pudieron entrar a Nicaragua para cubrir el siguiente proceso electoral, una clara muestra de violación a la libertad de expresión.
Desde el 12 de agosto circuló la última edición impresa del diario La Prensa, el periódico más antiguo de Nicaragua.
La Prensa goza desde hace años de una exoneración fiscal sobre el papel y otros insumos que el periódico requiere para circular. Esta exoneración está avalada por la Constitución de Nicaragua.
En las calles de Nicaragua hay protestas en contra de régimen de Ortega y un alto número de exiliados debido al gobierno que imper.