TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La
Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (
Maccih) terminará oficialmente su mandato este 19 enero, aunque desde hace varios meses había sufrido varios ataques para evitar que operara a plenitud.
Este viernes, el gobierno de Honduras comunicó la noticia que algunos analistas temían, partiendo del hecho de que las negociaciones para renovar el mandato con la Organización de Estados Americanos (OEA) se mantenían en secretividad. El organismo antimafias ha llegado a su fin.
La Maccih, con la Unidad Fiscal Especial Contra la Impunidad de la Corrupción (Ufecic) como brazo operador, enfrentó un fuerte rechazo en el Congreso Nacional, pero también hay acciones de algunos funcionarios del Ejecutivo y de algunos particulares.
Aquí te dejamos varios datos para entender la expiración de la misión contra la corrupción.
#1-Boicot en el Congreso Nacional
La bancada nacionalista del Congreso Nacional, con otros grupos políticos afines, mostró su rechazo evidente a las funciones de la Maccih-Ufecic, luego de que varios casos de investigación apuntaran a algunos de sus diputados.
Los congresistas empezaron a cerrar filas y a establecer una coraza después de que, el 5 de febrero de 2018, su entonces vocero Juan Jiménez Mayor alertara de que unos 140 diputados que manejaron fondos públicos eran objetos de investigación.
Además de que los parlamentarios aprobaran una serie de leyes que de alguna forma representan un retroceso en la legislación anticorrupción, una comisión legislativa recomendó al cierre del 2019 no renovar el convenio argumentando “múltiples violaciones a los derechos, garantías y principios constitucionales”.
#2-Divisiones internas
El vocero de la Maccih no controlaba la contratación del personal. Todos los puestos tenían que ser negociados con la Secretaría General de OEA. El propio Secretario General podía imponer la contratación de ciertas personas. Incluso una de ellas, que no estaba calificada para su posición, terminó poniendo en crisis a la misión.
El hecho de que la misión tampoco manejara una figura de autoridad, a nivel interno generó algunas diferencias, por ejemplo el entonces coordinador de la División Político-Electoral, Jacobo Domínguez, asumió una actitud más amigable al tratar con los funcionarios hondureños y congresistas que Juan Jiménez Mayor.
#3-Renuncias
En cuatro años, por el organismo de combate a la corrupción desfilaron tres voceros, uno de ellos renunció dirigiendo acusaciones contra la Secretaría General de la OEA. Se trata del peruano Juan Jiménez Mayor, quien dejó la vocería de la Maccih tras desacuerdos con Luis Almagro en febrero de 2018.
Luego, asumió de forma interina Ana María Calderón (también de nacionalidad peruana), para dar paso al mandato -por un año- del brasileño Luiz Antonio Marrey, quien finalizó en mayo de 2019. En junio volvió a retomar las riendas Ana María Calderón, quien interpuso su renuncia a principios de este 2020, cuando estaba la incertidumbre sobre la renovación o no del organismo.
#4-Negociaciones en secreto
Levantó suspicacia en la sociedad civil que el gobierno de Honduras conformara una mesa de negociación con la OEA donde se manejaron las pláticas de manera secreta. Como oscuro antecedente estaba la recomendación emitida por una comisión legislativa sobre no renovar el mandato de la Maccih.
Finalmente, no hubo consenso, pese a que una mesa evaluadora, conformada por el gobierno hondureño y el organismo regional, recomendó en diciembre de 2019 prorrogar el acuerdo del organismo antimafias.
#5-La Ufecic, la incomodidad del gobierno
Tras conocerse la noticia del fin de la Maccih, la OEA reveló que el punto toral para no alcanzar un acuerdo fue la asistencia de la misión en la Ufecic, un oficina dentro del Ministerio Público conformada por fiscales especiales que recibían asistencia de fiscales internacionales, pero que fue atacado por ciertos funcionarios.
'Para la Secretaría General de la OEA resulta fundamental en el caso hondureño que el presente mecanismo de cooperación que constituye la Maccih continúe contando con un componente de acompañamiento a las capacidades y actividades investigativas del Ministerio Público', apuntó la OEA en un comunicado..
Así que lamentó 'la posición del gobierno de Honduras', que 'ha sido la de no acompañar este planteo, lo cual ha hecho imposible la renovación de la misión'.
Esta versión parece confirmada por las propias autoridades hondureñas, pues en un comunicado exponen las razones para no lograr un nuevo acuerdo, donde hacen suyas las críticas provenientes de sectores que fueron golpeados por la Ufecic.
'Algunos sectores sociales económicos y políticos en Honduras (...) expresaron sus observaciones y desacuerdos con las actuaciones de algunos funcionarios integrantes de la misión', señaló el gobierno.
Estas actuciones, expresó el gobierno, 'se interpretaron como excesos en sus facultades convencionales, derivando en las denuncias de supuestos afectados, quienes alegan haber sido atropellados en sus derechos y garantías constitucionales'.