Tegucigalpa, Honduras
La migración de niños no acompañados hacia Estados Unidos golpea fuertemente el sistema educativo.
El último informe proporcionado por el ministro de Educación, Marlon Escoto, revela que el porcentaje de deserción escolar por motivos de migración pasó de cinco, en 2013, a 22 por ciento.
Eso significa que el fenómeno en este año creció en cuatro veces, comparado con el año anterior.
Sin embargo, el funcionario aseguró que esto no afecta de manera significativa en el índice general de deserción escolar, pues la tendencia apunta a que se reducirá para finales del año.
Escoto mencionó que “los resultados preliminares de la evaluación de media término evidenciando una reducción de 28 por ciento en la deserción escolar total”.
Detalló que “la deserción por bajo rendimiento descendió en un 18 por ciento, por migración aumentó de cinco a 22 por ciento y por deceso 0.5 por ciento”.
Honduras, al igual que El Salvador y Guatemala, enfrentan una crisis migratoria debido al incremento en el flujo migratorio de niños no acompañados y de unidades familiares con rumbo hacia Estados Unidos.
La Patrulla Fronteriza estadounidense ha capturado, desde octubre de 2013 hasta la actualidad, cerca de 57 mil menores, la mayoría provenientes de estos tres países centroamericanos que conforman el Triángulo Norte.
De esos, unos 14,200 son hondureños, según las estimaciones de la primera dama de Honduras Ana García.
La Primera Dama estima que unos 90 niños abandonan el país cada día al igual que unas 240 unidades familiares, es decir madres o padres acompañados con uno, dos o más hijos.
Números absolutos
De acuerdo a los registros de la Secretaría de Educación, cerca de 6,500 niños han abandonado el sistema educativo público y privado en lo que va del año por causas migratorias.
El 75 por ciento de ellos tienen registros en el sistema educativo público, mientras que el restante 25 por ciento estaba en una institución privada.
Las ciudades de donde provienen estos menores son: San Pedro Sula, Tela, La Ceiba, Choloma, Puerto Cortés, Choluteca, Valle, Juticalpa, Catacamas, Comayagua, Santa Rosa de Copán y el Distrito Central.
La Primera Dama ha ordenado ofrecer todas las facilidades a los menores que hayan abandonado el sistema para que, en caso de haber sido deportados, se reintegren a las actividades académicas sin importar el tiempo que se ausentaron de las aulas de clases.
Los menores argumentan dos razones para abandonar las escuelas y posteriormente el país: reunificación familiar y razones de seguridad. Mercedes Saravia, presidenta de la Asociación Volvamos a Clases, cuestionó el desinterés del gobierno por ofrecer resguardo policial a muchos centros educativos.
“Hace dos meses la Policía Escolar dejó de ofrecer seguridad a unos 40 centros educativos de la capital ubicados en lugares peligrosos, entonces no entendemos esta preocupación si ellos no ofrecen las medidas de resguardo”, lamentó. La Secretaría de Educación cuenta con 2.3 millones de estudiantes en los tres niveles: preescolar, primaria y secundaria, y el gobierno destina cerca de 22 mil millones de lempiras anuales en todo el sistema educativo.