TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Como un acto de violencia política ven las excesivas revisiones a las que son sometidas las parlamentarias antes de su ingreso al hemiciclo, por orden de Luis Redondo, presidente del Legislativo.
Los registros exagerados por parte de la seguridad interna del Congreso Nacional (CN) incluyen desde la revisión física de las diputadas hasta la inspección de sus objetos personales, viéndose obligadas, en algunos casos, a dejar artículos en posesión de los guardias.
“Esto es condenable, irrespetuoso y despreciable. En mi caso, el martes pasado no me querían dejar entrar porque en la parte de atrás de mi teléfono había un sticker que decía ‘la mitad para el comandante’ y querían que lo quitara, es mi propiedad privada”, denunció la diputada nacionalista Johana Bermúdez.
Continuó: “¡Me parece una verdadera estupidez! Los que hoy son gobierno, cuando eran oposición, metían de todo. Me parece realmente insoportable que no permitan que nadie traiga nada. En mi caso, me revisan todo; ando con una mochila y acostumbro a traer mi comida porque también les tengo miedo y casi no como nada aquí”.
Claudia Ramírez, diputada del Partido Liberal (PL), consideró que “debemos ser revisados para asegurarnos de no portar armas, pero creo que se ha llegado al extremo, porque hasta las lociones personales que uno lleva en su cartera nos las han querido quitar”.
Altercado
El miércoles, la diputada liberal Maribel Espinoza denunció al personal de seguridad del Poder Legislativo por intentar revisar sus documentos personales, impidiendo su ingreso al hemiciclo legislativo.
Ante la denuncia de Espinoza, el presidente del Colegio de Abogados de Honduras (CAH), Gustavo Solórzano, calificó el hecho como un “abuso de poder hacia los diputados y diputadas”.