Tegucigalpa, Honduras
“En el caso de los agentes de la DPI ya hay investigaciones avanzadas, sin embargo, este es un esquema más complejo que supone el involucramiento de los sospechosos en otros eventos de violencia”, asegura el director de la DPI, Ronmel Martínez.
Según el jefe policial se va a hacer un abordaje único para múltiples casos, entre los cuales sobresalen los agentes muertos Benítez y Hernández.
Martínez explica que las muertes de elementos de la Fuerza Nacional Antiextorsión están siendo investigadas por la misma FNA, aunque la DPI ha sido partícipe también en la parte técnica de las averiguaciones.
En el caso del subteniente Zelaya Iscoa, asignado a la FNA, Ronmel Martínez destaca que ya hay cuatro personas capturadas y el miércoles fue detenida una quinta en la zona de La Mosquitia que podría estar involucrada en la muerte del militar.
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El ataque del crimen organizado contra los operadores de justicia “es producto de la confrontación abierta que el Estado tiene para combatir estas bandas criminales”.
“Ellos sienten que en determinado momento la reacción violenta es la alternativa que les queda, porque si son detenidos serán judicializados”, argumenta.
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El investigador asegura que “las capacidades se tienen y se están robusteciendo, lo que pasa es que hay eventos que son mas visibilizados por las características de los actores, pero a diario hay capturas”.
Martínez reconoce que “estos eventos se produjeron en menos de tres meses y ya tenemos avances considerables, obviamente en investigación se deben seguir procesos y no caer en la precipitación porque nos podemos equivocar”.
Manifiesta que la capacidad de respuesta del Estado ha aumentado considerablemente.
