Tegucigalpa, Honduras
La inseguridad que se vive en el interior de los centros educativos para nadie es un secreto. La infiltración de grupos antisociales en las aulas de clases es cada vez mayor y muestra de ello son los hechos violentos que se han suscitado en varios institutos de la capital.
El más reciente se registró el pasado 20 de septiembre en el Instituto Técnico Honduras de la colonia Kennedy: el docente Mario Morazán fue ultimado a balazos en el interior del colegio a manos de un joven que acompañaba a una estudiante que había tenido un altercado con una compañera.
Las autoridades de la Secretaría de Educación ya analizan en conjunto con la Secretaría de Seguridad el regreso de la Policía Escolar, unidad creada en el gobierno del expresidente Porfirio Lobo Sosa.
La Policía Escolar estaba conformada por agentes de la Policía Nacional que mediante rondas diarias resguardaban los centros educativos, en ese entonces 20 colegios.
Los miembros de la Policía Escolar se encargaban de conocer la causa por la que un estudiante no asistía a clases, además de trasladar a los alumnos en patrulla policial cuando los padres no podían darles dinero para transporte.
Todas esas acciones se dejaron de ejecutar en enero de 2014 cuando los agentes policiales fueron asignados a otras estructuras.
“Sí se está coordinando con la Secretaría de Seguridad y está entre las medidas que se están tomando para los centros educativos más críticos, Seguridad está anuente y mostrando mucha apertura y colaboración”, dijo a EL HERALDO la viceministra de Asuntos Educativos, Elia del Cid.
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Proyecto
De acuerdo con las autoridades educativas, el proyecto de la Policía Escolar podría reanudarse a partir del próximo año en los centros de educación secundaria con mayor incidencia en hechos violentos. Actualmente, son cerca de 30 los institutos en donde la inseguridad afecta a los estudiantes.
La Secretaría de Seguridad ha venido implementando charlas en los centros educativos para prevenir el uso de drogas en los jóvenes y además alertar sobre la presencia de maras y pandillas en los barrios y colonias de la capital.
A criterio de Jaime Rodríguez, presidente del Colegio de Profesores de Educación Media (Copemh), no es militarizando los colegios la manera en la que se evitar? que los estudiantes caigan en las garras de la delincuencia.
“Es un problema grave el que se vive en los colegios de la capital, pero no es militarizando los centros educativos como se puede detener esa situación. Se necesita que se invierta en la contratación de maestros consejeros que trabajen directamente con el estudiante”, dijo.
Otra opción que plantea el educador es crear programas de arte y deporte en horas contrarias a la jornadas de clases.
“Hace falta que los centros educativos sean más atractivos para los estudiantes, que no encuentren la diversión en la calle, sino que en la escuela”, manifestó.
Datos de la Secretaría de Educación establecen que en el país hay más de 230 mil estudiantes en el sistema de educación media.
Durante 2015 y 2016, alrededor de 5,000 jóvenes abandonaron sus estudios, muchos por causas relacionadas al tema de la inseguridad en los centros educativos.
Esta problemática también ha impactado en los centros de educación que ofrecen clases en la jornada nocturna, pues cada año la matrícula se ve mermada a consecuencia de la inseguridad, en particular, en las principales ciudades del país.
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“Hemos hecho traslados por temas de seguridad”
Napoleón Bonilla, director departamental de Educación de Francisco Morazán, dijo que desde esa entidad se trabaja con los maestros de los centros de educación secundaria para adoptar medidas adicionales contra la inseguridad.
“Nosotros lo que vemos es que muchos jóvenes están arrastrando los problema de su casa, problemas de violencia, en la Dirección Departamental de Francisco Morazán se han realizado varios traslados de maestros y alumnos por temas de seguridad”, reveló el funcionario.
“En varios colegios nosotros tenemos jóvenes con traslados y esto por considerárseles conflictivos o por problemas de inseguridad, pero no por eso pueden ser rechazados en los colegios”, explicó.
“La inseguridad es un problema que afecta hace mucho a la sociedad hondureña, pero hoy está tocando un punto muy frágil y fácil de contagiar, y arrastrar al peor de los precipicios, ya que la mayoría de las personas que cometen este tipo de actos son jóvenes”, lamentó.
El representante de la Secretaría de Educación sostuvo que muchos alumnos no miden las consecuencias de sus actos, dejando a muchas familias llenas de dolor, luto y hogares desintegrados, ya que las víctimas son hombres y mujeres que trabajan para sostener a su familia.
Bonilla no precisó cuántos traslados de estudiantes y maestros se han realizado en el departamento de Francisco Morazán por asuntos de seguridad, pero sostuvo que en los casos en los que se comprueba el riesgo, de inmediato se le da trámite para evitar hechos que lamentar.
Llamó a los padres de familia a vigilar más a sus hijos para evitar que estos sean influenciados por las maras y pandillas.