Tegucigalpa, Honduras
El pacto entre las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y los miembros del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) ya empezó a dar frutos.
La rectora de la UNAH, Julieta Castellanos, detalló este viernes que hay en proceso una reprogramación académica y que busca que las clases comiencen en agosto.
Se trabaja en esta medida debido a que se perdieron más de 56 días de clases, lo que ocasionó que el segundo período fuese cancelado. En total fueron afectadas 42 carreras. Con esto, los perjudicados son 61,528 estudiantes.
El segundo período comenzó el 16 de mayo y debía terminar en agosto. El tercer período académico estaba programado para iniciar el 7 de septiembre y finalizar el 16 de diciembre.
Sin embargo, toda esta programación quedó anulada por las tomas estudiantiles.
Medida
Luego de la firma del acuerdo, las autoridades de la UNAH decidieron que una vez que sean desalojados los edificios por parte de los militantes del MEU comenzaría un nuevo período para todas las carreras, adelantando así el inicio de clases que estaba programado en septiembre. El año 2016 solamente tendrá dos períodos académicos.
“En el escenario de que tendríamos la universidad ya con acceso a las aulas la próxima semana, estaríamos adelantando por lo menos en unas cinco o seis semanas el inicio del siguiente ciclo académico, se va a homologar iniciando todos simultáneamente”, manifestó Castellanos.
Esta programación aplicaría para los alumnos de ciudad universitaria y para el campus del Valle de Sula.
Con respecto a la situación de los centros regionales, la vicerrectoría está evaluando la situación de cada uno, ya que se sumaron a la huelga en momentos distintos, por los cual unos perdieron más clases que otros.
“Lo que estamos previniendo es que en lugar de comenzar el 7 de septiembre, se va adelantar el inicio para cinco o seis semanas para que sea un período de 14 o 15 semanas como es un período normal, basándonos en la programación, tomando en cuenta el acuerdo firmado con los estudiantes”, manifestó.
En cuanto a los estudiantes de primer ingreso, que tenían previsto iniciar el 7 de septiembre, la rectora Castellanos dijo que se está analizando también la posibilidad de que también se les adelante el ingreso.
Sin embargo, ellos aún tienen pendiente la entrega de varios documentos.
“Los de primer ingreso todavía estamos viendo esas condiciones de ellos porque no han logrado que entreguen su documentación todos los que tienen que entregarla, con ellos se estará teniendo una planificación diferente a la entrada a la clases”, explicó.
Edificios
Con la firma del acuerdo, ayer al menos tres edificios fueron desalojados por parte de los estudiantes del MEU y se espera que para mediados de la próxima semana los demás edificios de ciudad universitaria vuelvan a recibir a todos los alumnos.
Según el punto número cinco del acuerdo firmado por el MEU y las autoridades rectoras, el miércoles pasado los estudiantes se comprometen, al momento de la primera presentación de la solicitud del fin o extinción de la acción penal, a liberar todos los espacios o edificios donde se brindan servicios de Vinculación Universidad-Sociedad a nivel nacional.
Estos espacios son: los consultorios jurídicos, clínicas y el edificio de imágenes biomédicas de ciudad universitaria.
En el caso de las instalaciones en donde se reciben clases, el acuerdo menciona que serán despejadas una vez que se instale el diálogo.
Este encuentro está programado para después de 48 horas de instalada la mesa, que será el próximo lunes a las 8:00 AM.
Esa fecha fue confirmada por el vicerrector de Orientación y Asuntos Estudiantiles, Ajax Irías.
“Corresponde la instalación de la mesa mediadora, eso era el domingo tipo 11:00 de la mañana, pero los estudiantes nos solicitaron posponerla para el lunes a las 8:00 AM en virtud de que uno de los miembros que ellos proponen viene desde Chile”, manifestó.
Temas de la mesa
Los jóvenes universitarios propusieron a Vernor Muñoz, exrelator de las Naciones Unidas en materia educativa; Miriam Miranda, coordinadora de la Organización Fraternal Negra de Honduras (Ofraneh), y como veedor de este proceso al sacerdote Ismael Moreno.
Por su lado, las autoridades del alma máter sugirieron al economista Ralf Flores o en su defecto Mauricio Díaz Burdett, representantes del Foro Social de la Deuda Externa, y a Carlos Posas, presidente de la Asociación de Profesionales Universitarios de la UNAH.
Ellos ya confirmaron su participación en el diálogo.
Una vez en la mesa, los mediadores serán los que presencien el debate sobre la causa de la crisis: las normas académicas.
La derogación de las mismas ha sido la exigencia de los jóvenes ya que afirman que son excluyentes y que no están hechas basándose en la realidad de los estudiantes.
La normativa aborda todos los puntos de la vida universitaria, sin embargo, los que más han sido cuestionados son los que tienen que ver con los índices de aprobación y permanencia.
Esas normas exigen que los estudiantes deben aprobar sus clases con 70 por ciento y que para permanecer en la UNAH deben tener un índice no menor 60 por ciento.
No obstante, el acuerdo no habla de derogación de normas de manera específica.
Por parte de los estudiantes ya se menciona que pueden ceder en su postura y que durante el diálogo estarían dispuestos a aceptar una reforma de las mismas. La normativa tardó más de tres años en crearse