TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En un 80 por ciento estará depurado a mediados del próximo año el Censo Nacional Electoral cuya contaminación ha sido un aliciente para denunciar fraude por parte de los perdedores en cualquiera de los niveles electivos bajo el supuesto de que los “muertos votan”.
Las depuración significará que quedarán al margen del padrón todos los hondureños que fallecieron a partir de 1996 cuando se emitió la actual tarjeta de identidad que está a punto de ser sustituida por otro documento más moderno, seguro y con una variedad de usos.
El comisionado del Registro Nacional de las Personas (RNP), Roberto Brevé, destacó a EL HERALDO que a partir de febrero del próximo año comenzará el enrolamiento o actualización de datos, labor que harán más de 1,400 brigadas técnicas que se trasladarán al interior a entrevistar a cada hondureño mayor de 16 años.
VEA TAMBIÉN: Dos millones de hondureños se movilizarán en el feriado morazánico
“En junio (del próximo año) el censo debe estar depurado en un 80 o 90%, porque el proceso de enrolamiento arranca en febrero y termina en septiembre”, afirmó el funcionario. “Depuración significa que a medida que se va enrolando la gente se va depurando automáticamente el censo, quiere decir sacar los fallecidos, los que viven fuera de Honduras y hacer algunos ajustes que ya se hacen manualmente de corregir irregularidades e inconsistencias” detectadas en el padrón actual.
Al igual que no hay cifras exactas de los hondureños fallecidos a partir de 1996, tampoco hay datos precisos de cuántos compatriotas viven en el exterior, aunque oficialmente se habla de alrededor de un millón, cifra que puede ser mayor con las caravanas de migrantes que han salido del país en los últimos años.
Luego que el censo quede depurado las autoridades del RNP lo entregarán al Consejo Nacional Electoral (CNE), ente que hará una segunda limpieza que consistirá en sacar de la lista de los aptos para votar a militares y policías.
