Tegucigalpa, Honduras.- Los efectos de la depresión tropical Sara siguen causando estragos en Honduras. Debido a las graves consecuencias, suman siete los departamentos bajo alerta roja.
Se trata de Valle y Choluteca, que fueron incluidos en el listado de regiones en alerta máxima por las lluvias e inundaciones.
También, están en alerta roja Atlántida, Colón, Islas de la Bahía, Yoro, Cortés y Gracias a Dios, que han sufrido grandes consecuencias en la infraestructura vial.
Los departamentos de Francisco Morazán y El Paraíso se encuentran en alerta amarilla desde las 12:00 pm de este domingo, según la disposición de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco).
En esta misma categoría permanecen Olancho y Santa Bárbara.
Por otro lado, en alerta verde están los departamentos de Comayagua, Intibucá, La Paz, Lempira, Copán y Ocotepeque.
Copeco informó que los niveles de alerta en todo el país se extendieron por 24 horas más.
Sara impactó en Belice como depresión tropical. En su paso por Honduras, ya ha afectado a 85,218 personas, de las cuales 5,671 han resultado damnificadas.
También ha dejado 2,207 viviendas dañadas y 171 destruidas, así como 1,067 comunidades incomunicadas.
Lamentablemente, hay un muerto, tres lesionados, cuatro heridos y 3,599 personas rescatadas, según las cifras de Copeco.
¿Qué significan las alertas?
De acuerdo con la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco) cuando se decreta alerta verde las acciones a realizar son activar el comité de vigilancia y monitoreo, mantener vigilancia permanente del evento y actualizar los planes de respuesta.
Asimismo, los cuerpos de socorro solicitan la revisión y mantenimiento de los recursos locales e institucionales, verificación de rutas de evacuación y refugios temporales.
Parte de la alerta verde recomienda el monitoreo de medios de comunicación por los avisos que emita Copeco para la socialización a través de los comités de emergencia e instituciones de respuesta.
Por último, se solicita mantener la comunicación con las instancias regionales o nacionales de Copeco para solicitar recomendaciones o sugerencias y así informar cómo están las condiciones.
Lo esencial es mantener la vigilancia sobre la evolución del fenómeno, activar y verificar los comités de comunicaciones, evacuaciones, albergues, logística, asistencia humanitaria y determinar, priorizar la preparación para realizar evacuaciones en los sitios de mayor riesgo.
Mantener comunicación frecuente con las oficinas de Copeco y con el Sistema de Alerta Temprana, informar a la población sobre las condiciones actuales a través de los medios de comunicación local, así como difusiones de los boletines emitidos por las autoridades.
También se incluye la habilitación de albergues si es necesario y en caso de daños menores activar el equipo de evaluación de daños para generar informes objetivos.
Cuando se alcanza el nivel máximo de alertas se prioriza la ejecución de todas las acciones necesarias para salvaguardar la vida de las personas y se mantiene activado el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) junto a las acciones de evacuación.
Se habilitan los albergues temporales necesarios para alojar a los evacuados junto a las atenciones humanitarias para las personas que estarán en esos lugares.
También las autoridades generan los primeros datos de las evaluaciones de daños preliminares y se difunden alertas a través de los distintos medios de comunicación pidiendo tranquilidad a la población y que atiendan las recomendaciones de los cuerpos de socorro.