Honduras

¿En qué gastan las remesas los hondureños?

Los compatriotas en el exterior envían entre 200 y 500 dólares mensuales en promedio al país

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05.03.2016

Tegucigalpa, Honduras
Las remesas familiares han ido en incremento año con año, según revela los datos del Banco Central de Honduras (BCH). Solo en 2015 sumaron 3,730.1 millones de dólares (unos 84,000 millones de lempiras), cifra superior a los 3,440.6 millones de 2014.

Estos dólares, que proceden principalmente del más de un millón de hondureños que residen en Estados Unidos, ya sea legal o ilegalmente, son la principal fuente de divisas del país, por encima de exportaciones como el café, los productos de la maquila, el camarón y otros.

La encuesta semestral “Remesas familiares”, realizada por el Banco Central de Honduras (BCH) del 2 al 6 de enero de 2016, entrevistando a 832 personas con el propósito de recolectar información de los emigrantes hondureños que viven en el exterior, revela datos importantes sobre la residencia, envíos y el destino de las remesas.

1. Consumo corriente
La mayor parte de los beneficiarios de las remesas (95.5%) destinan dichos recursos para consumo corriente, es decir, en alimentación (33.7%), medicinas y servicios médicos (25.7%), educación (12.3%), transporte, adquisición de otros bienes y servicios no duraderos, entre otros. El restante 4.4% utiliza estos recursos para la adquisición o mejora de su propiedad, como vivienda o de sus familiares.

Foto: El Heraldo

El consumo corriente equivale a lo bienes que no son durareros.

2. Familiares y bienes
Conforme a la encuesta del BCH, el 49.8% de los compatriotas manifestó que los principales receptores de las remesas son sus progenitores, particularmente las madres (34%). En segundo lugar, los hermanos (16.8%), seguido de los hijos que aún están en Honduras (14.3%), los cónyuges (12.3%) y finalmente para otros parientes y amistades (6.7%).

Foto: El Heraldo

La mayoria consume el dinero en la compra de zapatos y ropa.

Entre los encargos o remesas en especie que envían los hondureños, el 87.3% es en ropa, zapatos y otros bienes personales, en recargas móviles es el 8.3%; mientras que un 2.2% de los migrantes entrevistados comentó enviar recursos para la compra de vehículos y artículos de tecnología.

3. Servicios electrónicos
El costo promedio en 2015 por enviar 200 dólares fue de 3.45 y 1.26 dólares por 500 (entre 78 y 28 lempiras, respectivamente), según indica un estudio del Banco Mundial (BM), indicando que bajó en comparación a 2014. Los entrevistados por el BCH consideran que el servicio de transferencia de remesas hacia Honduras es barato.

Los datos surgen de la encuesta semestral “Remesas familiares”, realizada por el Banco Central de Honduras (BCH) del 2 al 6 de enero de 2016.

La mayoria utiliza los bancos para enviar el dinero a sus familiares.

El 99.4% de los encuestados prefiere realizar los envíos a través de los servicios electrónicos brindados por remesadoras y bancos. Muy pocos depositan en cuentas o los envían con viajeros.

4. EEUU, España y México
En cuanto al país de residencia, los resultados de la encuesta mostraron que el 80.5% de los migrantes entrevistados reside en los Estados Unidos, seguido por 5.6% en España, 4% en la región centroamericana (sobresaliendo Costa Rica 1.8% y Panamá 1.1%), 2% en México y el resto en otros países, entre estos Canadá.

Foto: El Heraldo

Los hondureños que viven en España y Estados Unidos son los que más dinero envían


De los que residen en los EUA, el 88.8% viven en los estados de Florida (el 73% en Miami), Texas, Georgia, Nueva York y California. En lo referente a la ocupación que desempeñan los compatriotas, se indica principalmente a actividades de servicios (restaurantes, tiendas), construcción e industria.

5. Productos nostálgicos
Se registra una fuerte demanda de productos nostálgicos hondureños, tales como café, lácteos y frijoles. Para miles de hogares, las remesas son la principal fuente de ingresos, ya que los que más emigran son los varones entre los 15 a los 49 años de edad.

Foto: El Heraldo

Se registra una fuerte demanda de productos nostálgicos hondureños.