Como cada año, los valientes uniformados, amantes de lo extremo, lograron cumplir con las expectativas de los hondureños y se llevaron los aplausos de grandes y pequeños.
Un total de 15 paracaidistas participaron en el magno evento que convocó a miles de personas en las gradas del coloso capitalino, que vistió su mejor gala al lucir abarrotado. Banderas hondureñas, guatemaltecas y salvadoreñas se veían sobrevolar por lo alto de Tegucigalpa a eso de las 12:30 del mediodía.
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Cuando ya habían descendido varios de los valientes paracaidistas, el turno fue del teniente José Antonio Mejía López, quien se convirtió en el único hondureño que logró caer de pie sobre el césped del estadio, acto que de inmediato generó una ovación del público que se unió para aplaudirle su hazaña.
Por su parte, el capitán de Infantería, Didier Andrés Banegas, representante de Guatemala, fue el segundo paracaidista que causó furor entre los presentes, pues descendió de manera elegante y perfecta al caer de pie. Solamente ellos dos pueden presumir la hazaña.
Cabe destacar que, la altura de la que se lanzaron la mayoría de los paracaidistas alcanzó hasta los 9,000 pies de altura.
