TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Comprar las diez Black Mamba Sandcat por medio de un intermediario le ocasionó al Estado un incremento de 15 millones de lempiras.
Las unidades especiales o armadillos policiales de las cuales una ya quemó y otras tienen fuga no fueron compradas directamente a la empresa proveedora para América sino a un intermediario que está más orientado en temas de espionaje y ciberseguridad.
Desde que se conoció que Honduras iba a adquirir las Black Mamba Sandcat y la negatividad de la Secretaría de Seguridad en revelar el precio de compra la Unidad Investigativa de El Heraldo Plus comenzó con un rastreo que lo llevo hasta la empresa proveedora de estas unidades TPS Armoring que incluso les vendió las unidades a El Salvador.
En vista que la empresa solo vende estos carros a gobiernos por ser unidades especializadas se realizó la cotización de manera confidencial con la empresa con fines informativos.
Mediante videos difundidos por la Secretaría de Seguridad de las unidades que iban a traer se conoció el modelo y se preguntó a TPS Armoring el precio de cada una de las unidades.
Explicaron que las unidades de los videos eran las que tenían un equipamiento especial que El Heraldo en su momento brindó a sus lectores meses atrás
En total la Black Mamba Sandcat con el equipamiento especial salían a un precio promedio de 11.5 millones de lempiras.
Una vez que el gobierno las trajo a Honduras se volvió a preguntar por su valor, pero no se brindó sino hasta que el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) ordenó entregar una parte del contrato a El Heraldo donde se evidenció que las diez unidades salieron a 130 millones de lempiras para un precio promedio de 13 millones de lempiras cada una.
Al realizar la comparación del precio que compró el Estado a la empresa intermediaria EyeTech Solution se encontró una diferencia de 1. 5 millones de lempiras entre un precio y otro para un total de 15 millones de lempiras.
La empresa Eyetech Solution en sus portales de internet no vende Black Mamba Sandcat si no están más enfocados en temas de espionaje y ciberseguridad que es lo que han provisto a El Salvador y México.
Incluso, a pesar de la cercanía del dueño de la empresa con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, este último no le compró la flota de Black Mamba Sandcat a él para su país, sino que se fue con el proveedor autorizado para la región.