TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La vida de Gerardo Antonio Euceda Pineda, un estudiante de arquitectura, dio un drástico giro tras ser víctima de un asalto cuando salía de clases. Ahora, necesita someterse a 27 cirugías y urge de ayuda económica. Con lágrimas en los ojos, contó a EL HERALDO su difícil historia.
Después del incidente armado, el joven debe alimentarse por medio de una jeringa. “Tengo 15 años de no comer comida sólida, cuando siento el olor a comida y miro que están cocinando comida sólida yo deseo comer algo pero no puedo”, contó.
Además, mientras mostraba su estómago al equipo de EL HERALDO, explicó que cuando sale tiene que “andar con mi licuadora para la preparación de mis alimentos y siempre tengo que tener a mano mi jeringa para poder alimentarme por medio de una sonda que esta en mi cuerpo sin eso no sobrevivo”.
Las personas que quieran solidarizarse con Gerardo Antonio Euceda Pineda, pueden realizar su donativo a las siguientes cuentas: Bac 729438911 y Ficohsa 200012450469, ambas a nombre de Sandra Rodríguez. También puede comunicarse con él a los números (+504) 3175-4447 y (+504) 8832-5731.
¿Cómo fueron los hechos?
Gerardo Antonio Euceda Pineda relató al equipo de EL HERALDO que se encontraba en su última clase del día en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), donde estudiaba la carrera de arquitectura. “Me encaminé y me abría paso entre los estudiantes para llegar al parqueo para sacar mi vehículo”, contó.
“Mientras conducía, miré mi reloj y faltaban 15 para las siete y en el cruce del Bulevar Suyapa y el Anillo Periférico fui interceptado por desconocidos en motocicletas quienes me gritaban ‘Bájate del carro’ y luego escuché las detonaciones”, narró que después de eso no recuerda nada y cuando abrió los ojos ya tenía ocho días de estar en el hospital donde tenía tubo y mangueras que salían de su boca.
“Son 27 operaciones las que necesito y tengo fe que las voy superar, las balas hirieron mi cuerpo pero nunca dañaron mi fe”, dijo.
Su meta es convertirse en arquitecto
Debido al asalto y sus secuelas, Gerardo interrumpió sus estudios, pero uno de sus mayores anhelos es graduarse como arquitecto y darle el título como regalo a su madre, quien incondicionalmente lo ha acompañado durante todo este proceso, “ella se merece todo, siempre me apoya en todo”, dijo.
El joven, residente en el barrio La Peña por bajo de Tegucigalpa, solicita ayuda a la población hondureña ya que sólo en Estados Unidos puede someterse a las cirugías que necesita.
“Ruego a las personas de buen corazón que me ayuden por favor, quiero viajar, los médicos dicen que aquí no pueden. Dios tiene un propósito para mi vida, pero debo luchar hasta el final”, solicitó.