CORTÉS, HONDURAS.- La declaratoria de alerta roja para al menos 60 barrios y colonias de Cortés y Yoro ya no es suficiente. Las familias que habitan en las cercanías de las orillas de los ríos Ulúa y Chamelecón deben realizar la evacuación obligatoria ante las inundaciones que se reportan.
Hasta el miércoles, más de 3,400 personas que residen en las zonas vulnerables del Valle de Sula habían evacuado -por su cuenta o con ayuda de lanchas- de manera preventiva ante la crecida del caudaloso río Ulúa.
En medio de la zozobra, familias enteras de las zonas bajas de Villanueva, Potrerillos, Pimienta y San Manuel, en el departamento de Cortés, y El Progreso en Yoro, seguían sacando las pertenencias de sus viviendas y buscando lugares seguros para sus vidas.
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Otras familias optaron por construir covachas de nailon a la orilla de la carretera CA-5 y en la mediana del bulevar que de San Pedro Sula conduce hacia El Progreso.
A muchas de ellas no les ajustó el tiempo y en medio de calles inundadas y la lluvia que azota procedieron a sacar enseres domésticos y todos los inmuebles que pudieran poner a salvo.
Doña Olga Rápalo, residente de la colonia La Libertad, en San Manuel, fue uno de los casos. Dijo que no les dio tiempo de sacar muchas cosas pues la crecida del río fue sorpresiva. Solo logró sacar la estufa, una pequeña refrigeradora, el chimbo del gas, unos cuantos platos y una sillas.
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Recuento de daños
Ayer por la mañana en la zona de occidente se incrementó el nivel del río Ulúa, lo que provocó que el paso hacia la aldea Santiago, Pimienta, se cerrara en el sector de La Bomba, donde la telemétrica marcó 8.20 metros.
La súbita crecida del caudal del río inundó las viviendas de La Bomba y dejó sin salida a los residentes de Santiago.
Don Misael Martínez, residente en El Porvenir, San Manuel, dijo que hay gran temor en los pobladores.
“Puede suceder como cuando Eta y Iota, que no dio oportunidad de sacar nada y fue de manera sorpresiva. Este río es peligroso, sigue creciendo, todos corremos peligro, se han perdido todos los cultivos”, lamentó.Asimismo, cuestionó la supuesta reparación de los bordos y expresó que “no les han hecho nada”.
En San Manuel, Cortés, soldados de la 105 Brigada de Infantería evacuaron a 52 familias, 13 de la colonia Guadalupe que fueron llevadas a la Escuela Minerva y 39 de la colonia Chasnigua que trasladaron al centro educativo Rafael Leonardo Callejas.
En Villanueva, los residentes de la colonia kilómetro 86, La Libertad, Nueva Esperanza y Bella Vista también evacuaron y se apostaron a la orilla de la carretera CA-5.
Los habitantes de la zona central también reportan su propio drama. Al menos 600 moradores de Siguatepeque y Comayagua, en el departamento de Comayagua, resultaron afectados con los tremendos aguaceros que persisten desde el lunes anterior.
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La tarde del miércoles, los vecinos del barrio El Centro de Siguatepeque vivieron momentos de terror con el desbordamiento sorpresivo del río Guaratoro.
En cuestión de minutos, el río se extendió por las calles del sector y ante los gritos desesperados de vecinos al otro lado de la ribera del afluente de “váyanse, váyanse de ahí que ya no hay nada qué hacer”, la gente comenzó a evacuar y sacar lo que pudieron de sus pertenencias.
Un video que trascendió muestra cómo las embravecidas aguas arrastran troncos de árboles y todo lo que está a su paso y que amenazaba seriamente con arrastrar las humildes viviendas de madera a metros de distancia.
El reporte actualizado el miércoles registraba al menos 25 personas albergadas, un fallecido, 600 damnificados, 44 viviendas dañadas, tres casas destruidas y un puente dañado. En el municipio de Meámbar continúa desaparecido un poblador de 45 años, al menos 30 casas, puentes y calles sucumbieron a la fuerza de la naturaleza y está incomunicado el municipio.
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La Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco) reportó que el monitor hidrológico en la Estación de Chinda, Santa Bárbara, mostró un nivel máximo de 6.95 metros de altura. Esta última crecida es bastante agua en ruta hacia el Valle de Sula. Al igual que registró daños por inundaciones en el departamento.
La situación de temor es la misma en la zona sur del país.
El caudal del río Choluteca, que se ha incrementado significativamente producto de las fuertes lluvias, amenaza con desbordarse en las zonas bajas de la ciudad de Choluteca.
Muchas familias han pedido refugio para proteger sus pocos bienes materiales en casas de vecinos o familiares.
“Esto está peligroso, así con este caudal ya no se juega. Aquí lo que nos queda es pedirle a papito Dios que nos proteja la vida de todos”, comentó una pobladora.
En las instalaciones de Copeco, en la capital, se desarrollaba anoche una reunión del Gabinete de Emergencia y reforzar el plan de atención.
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