Tegucigalpa, Honduras
Unas 50 personas participaron este miércoles en una nueva protesta en exigencia de justicia por la muerte de la dirigente indígena Berta Cáceres.
La manifestación de este día es encabezada por Salvador Zúniga, exesposo de la extinta ambientalista que fue asesinada el pasado 03 de marzo.
La protesta comenzó a inmediaciones de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), y posteriormente se trasladaron hacia otros sectores de la capital como Casa Presidencial.
El objetivo de la protesta es exigir a las autoridades que se investigue a los autores intelectuales del crimen contra Cáceres.
Asimismo aseguran que están solicitando una comisión internacional independiente que participe en la investigación.
Alrededor 50 personas de diferentes grupos indígenas están exigiendo Justicia por el sonado caso, que fue repudiando a nivel internacional.
Zúniga denuncia que 38 compañeros indígenas están siendo criminalizados y que defenderán el mercado indígena.
Unas 50 personas participaron este miércoles en una nueva protesta en exigencia de justicia por la muerte de la dirigente indígena Berta Cáceres.
La manifestación de este día es encabezada por Salvador Zúniga, exesposo de la extinta ambientalista que fue asesinada el pasado 03 de marzo.
La protesta comenzó a inmediaciones de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), y posteriormente se trasladaron hacia otros sectores de la capital como Casa Presidencial.
El objetivo de la protesta es exigir a las autoridades que se investigue a los autores intelectuales del crimen contra Cáceres.
Asimismo aseguran que están solicitando una comisión internacional independiente que participe en la investigación.
Alrededor 50 personas de diferentes grupos indígenas están exigiendo Justicia por el sonado caso, que fue repudiando a nivel internacional.
Zúniga denuncia que 38 compañeros indígenas están siendo criminalizados y que defenderán el mercado indígena.
Luego de cumplirse más de dos meses de la muerte de la dirigente indígena Berta Cáceres Flores, el gobierno mediante acciones conjuntas de operadores de justicia logró capturar a las personas que planificaron y ejecutaron este crimen que trascendió las fronteras nacionales y causó el repudio de la comunidad internacional.
Sin embargo, familiares y grupos indígenas no aceptan los resultados de tal investigación y exigen que sean una comisión externa la que investigue el caso.
