Tegucigalpa, Honduras
Los maestros que se sometieron al concurso docente en noviembre de 2017 realizaron una serie de pruebas que medían su actuar en el diario vivir con sus alumnos, padres de familia y autoridades.
Las pruebas contenían preguntas sobre cómo responder ante un soborno por parte de un padre de familia de alguno de sus alumnos para beneficiarlo.
Cada una de las respuestas contenía seis opciones de respuesta con distractores para los concursantes.
Entre las posibles respuestas para esa pregunta estaban: me niego y le hago saber que es una falta de ética, me niego rotundamente e informo a mis superiores, hace caso omiso a la oferta y evita la confrontación, entre otras opciones similares.
EL HERALDO tuvo acceso a una de esas pruebas a través de docentes que las realizaron, pero por motivos de seguridad se omite su identidad.
Este tipo de evaluación fue la segunda fase del concurso, una entrevista semiestructurada que los docentes respondieron en una plataforma digital con un límite de tiempo.
Esta evaluación se aprobaba con una calificación de 75 por ciento o más. La Secretaría de Educación sometió a concurso público 7,383 plazas vacantes para las funciones de docente, orientación, dirección y asistente técnico pedagógico. Las plazas disponibles son parciales, a medio tiempo y a tiempo completo, en diferentes jornadas educativas.
También se les consultó en la prueba si alguna vez han hurtado algo y en qué circunstancias lo hicieron.
Como posibles respuestas estaban: sí, en situaciones particulares que no perjudican a nadie, o no, si encuentro algo ajeno no lo toco.
Además estaban: si, cuando me he encontrado algo perdido, o no, si algo no me pertenece busco al dueño, entre otras opciones que tenían para elegir los concursantes.
Otra de las preguntas plasmadas en la prueba fue sobre qué haría si se entera que se está dando una situación inadecuada entre alumnos y profesores del centro educativo.
A su vez, cómo actuaría si se vieran en la necesidad de decir una mentira piadosa a sus alumnos o al director de la institución.
Un total de 14,125 aspirantes realizaron las diferentes pruebas de evaluación a nivel nacional.
Sin embargo, solo el 6 por ciento de los aspirantes lograron aprobar el concurso, ya que estaban por encima de la media de cada prueba con un criterio cualitativo. Las nuevas autoridades de Educación anularon en su totalidad el concurso docente por múltiples irregularidades encontradas en el proceso.
Irregularidades
EL HERALDO reveló en exclusiva una serie de irregularidades que se cometieron en el proceso de revisión de las calificaciones de los docentes.
Las Juntas de Selección departamentales fueron las encargadas de revisar los exámenes y colocar las calificaciones de los concursantes. Se identificó que unos docentes fueron beneficiados al otorgarles hasta 30 puntos de más y otros perjudicados al quitarles hasta 27 puntos.
Esa situación se presentó en el 10.4 por ciento de las pruebas, mientras que el 89.6 por ciento de las evaluaciones fueron bien calificadas.
En la investigación realizada por un equipo técnico se plasmó que el 10.4 por ciento de las pruebas en 14 departamentos fueron mal calificadas con intencionalidad mediante la adulteración de las hojas de respuesta para favorecer y perjudicar a concursantes.